"Un Omega Diferente"

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A pocos días de aquel cumpleaños, Sam había visto el comportamiento extraño de sus padres y hermano por lo que luego de analizarlo decidió preguntar.

Papá: cariño... Creo que lo que te diremos tiene que tomarse con calma...

Sam frunció el entrecejo ante su respuesta, y luego de sentarse en un sillón ante la atenta mirada de sus padres estos suspiraron con pesadez para luego soltar la gran bomba.

Padre: los guardias hace algunos días me reportaron que había un olor asqueroso en la cárcel que tenemos, algunos bajaron para averiguar que era pero... Cuando lo hicimos solo vimos a los pricioneros muertos.

El moreno abrió la boca sorprendió e iba a replicar cuando su padre lo callo con una mirada rápida, el hombre de cabello oscuro suspiro mirando a su amado, quien por su parte se encontraba serio.

Papá: revisamos el área pero no había ningún sobreviviente... Pero... Nunca encontramos el cadáver de... Marilin.

Sam cerró la boca con una mirada de terror, lo que había vivido para escapar de ella no se lo deseaba a nadie, y a decir verdad le aterraba el hecho de que tal vez ella estuviera viva. El padre del chico se levantó rápidamente envolviendo en un protector abrazo a su hijo quien ante tal declaración no podía dejar de temblar.

Cristian la luna de la manada miro a su esposo con preocupación sin dejar de envolver sus brazos al rededor del moreno, Ethan o mejor conocido como el alfa de la manada apretó los puños con furia observando como su hijo no dejaba de temblar en los brazos de su mate. Era una inpotencia tan grande que llegó a lastimarse las palmas de sus manos por la fuerza que aplicaba con sus puños.

—Ethan: Stiven... Dile a Zak que iniciaremos una búsqueda intenciva a partir de mañana a primera hora, dile que quiero a todos los guardias preparados y a los magos iniciaremos una búsqueda para encontrar aquella chica, la quiero viva o muerta...—

El lobo de este solo contesto con un rápido "si" para luego informar al lobo de su beta, era de alta prioridad encontrar a esa chica, Marilin era una omega de baja categoría, sus padres eran muy buenas personas, lamentablemente fallecieron en un ataque rouge hace ya algunos años, dejando distorsionada la mente de esta, Sam comentaba que habeces la escuchaba hablar sola, discutía con el aire y parecía loca.

La información de lo que había pasado en el secuestro fue vital para saber cómo sería su castigo, por eso ella había estado en la celda más oscura, y alejada de todas, no sabiendo su era de día o de noche.
Ella al estar tan lejos de los demás prisioneros resultaba prácticamente inposible escapar además de la gran cantidad de guardias que habían.
Esto no pudo ser solo obra suya, alguien más debio de haberla ayudado... Pero la pregunta más inportante sería... ¿Quién era?

Pov-Nidia.

Nidia: papi, mañana será el cumpleaños de mi hermano mayor, ¿crees que le guste mi regalo?.

Pregunto la niña muy emocionada mientras le mostraba un cartel que ella misma había hecho, este tenía en letras grandes y con una muy mala escritura la frace de... Feliz cumpleaños Gerardo y a su alrededor se podian ver grandes y pequeños corazones adornados de distinto color y brillantina, justo en la parte de abajo decía un "te quiero" algo chueco y mal escrito con plumon rosa.

Se veía algo raro y brillante pero era muy tierno ver la cara de la niña muy ilusionada por su gran trabajo, ya que, se había pasado casi 1 hora en hacerlo.

Papá: si cariño, te quedo muy lindo.

El hombre de cabellos rojos tomó el cartel con cuidado y lo colgó en un lugar de la habitación para dejar secar toda la brillantina que tenía. La niña por otro lado al escucharlo salto con alegría y se tiro a su cama con una sonrisa esperando que el día de mañana llegara lo más pronto posible. Para cuando su padre giro la mirada noto que la niña había caído rendida ante el sueño.
El hombre negó con una sonrisa, este le quito los zapatos con delicadeza y la acomodo mejor, le aparto los cabellos de su hermoso rostro y beso su mejilla con cariño, sonrió ante la imagen y apago la luz mientras salía de la habitación.

¿? : ¡¡No lo puedes negar, estamos hechos el uno para el otro!!

El lugar era oscuro pero al fondo del lugar se podían ver dos sombras parecían discutir sobre algo... En realidad no podía escuchar la otra voz, pero una de ellas si, era la de una mujer, parecía enojada y muy gritona.
Pudo notar como esta tenía una espada de hierro puro, según su padre siempre le había dicho que se mateniera alejada de ese material ya que podía lastimar su pequeño cuerpecito, por lo que retrocedió unos pasos con temor.

Pero algo la detuvo, se dio la vuelta con lentitud pero no podía creer lo que veía...
Allí estaba aquella mujer con la gran espada alzandola con una mirada furiosa, para luego ver como la movía hacia su dirección, sabía que moriría, no podía inpedir lo que estaba por hacer, pero en ese momento...

Nidia despertó en un gran grito de terror, su respiración era agitada y parecía muy asustada, bajo la mirada a su sabana, notando en seguida algo mojado...

Si... Se había orinado...