Capítulo 11.

889 89 13
                                    

Y simplemente cada día que te veía pasar por los pasillos, me enamorada más de ti

De tu belleza única que era denigrada por los otros alphas.

Tu dulce aroma que era ignorado o simplemente no eran dignos para poder oler

Era tan extraño, no lograba encontrar la misma felicidad y tampoco era tan infantil como antes, se sentía vacio y Ya no podía ignorar ese sentimiento como antes, al tenerlo tan cerca.

Al mencionar a cada uno siempre se generalizaba con que el azabache ya era un adolescente de 15 años, y aún que digan que en un año no hace la diferencia, si lo hacia y bastante, Yuichirosólo era un niño puberto de 14 años, era el menor en toda la...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Al mencionar a cada uno siempre se generalizaba con que el azabache ya era un adolescente de 15 años, y aún que digan que en un año no hace la diferencia, si lo hacia y bastante, Yuichirosólo era un niño puberto de 14 años, era el menor en toda la Academia, y aunque el se mostrará fuerte y no se veía como un ser fácil de romper, estaban equivocados, sólo era un niño en una pecera muy grande y aunque estuviera rodeado de amigos su corazón siempre había estado sólo y que cada día te recordarán que nadie te querría, Yû tenía un corazón muy sentimental, muy pegado de cariño a cualquiera y aunque nadie se diera cuenta para Yuichiro si le entregaban todo de ti que era un sacrificio que pocos harían, el te entregaría el doble sin importar que, pero por su decadente apariencia y agresiva conducta, nadie la veía.

Las lágrimas se retenian pero el ser una lucha contante de cada día había un momento que un sólo roce hacia que las lágrimas salieran solas.

La escuela era bastante grande, el perderse era incontrolable y el querer estar sólo no debería ser difícil ¿No?

Al tocar el timbre fui pateado de mi silla justo cuando el profesor término de cerrar la puerta en su salida, como obviamente resultaría intente devolverlo el golpe y empujandolo para ganar algo de tiempo al salir corriendo hasta pasillos menos poblados avanzando entre la multitud doble hacia un pasillo donde las aulas no se ocupaban y con el paso de los minutos y al comprobar mi soledad, volviendo a respirar me apoye contra el muro dejándome caer, de ves en cuando seguía asomándome al pasillo principal aún temblando.

Estaba a un metro de la esquina para doblar al pasillo principal, miraba las aulas dudando si esconderme en una de ellas, pero no podía llegar a concentrarme mi pecho dolía y al darme del calor que sentía en mi cabeza toque parte de esta para darme cuenta que tenía un pequeño rasguño en mi frente.

El dolor no era mucho, pero la adrenalina bajaba de a poco y el dolor en mis moratones empezaba a sentirlos de nuevo.

Sin previo aviso de mi sería expresión empezaba a empaparse en lágrimas apretaba mis labios al igual que mis ojos, quería detenerme, pero no podía hacerlo, al soltar un sollozo tape mi boca con ambas manos, mientras dejaba caer las gordas lágrimas de mis ojos.

Al cerrar mis ojos y sin escuchar ni un paso suspiro cerrando mis ojos desparramdome en el lugar.

-"¿Por qué lloras de esa forma?"- la voz no era especialmente aguda o femenina al contrario, pero se oía con mucha suavidad y me trataba con dulzura, abrí mi ojos, al no encontrarlo al frente mio quise asomarme al pasillo pero unas manos cálidas mo me permitieron mirarlo y me regresaron a donde estaba.

Literalmente estaba a la vuelta de la esquina, pero por alguna razón no quería que supiera quien era, o es que ¿el no quería verme?.

- ¿puedo saber tu nombre?- mi voz salió más delicada de lo que hubiera querido y mucho más suave de como suelo hablar.

Me sorprendió bastante el oírlo reír con tan armoniosa alegría que sin darme cuenta tenía un calor en mis mejillas como sentía algo de vergüenza.

- No es necesario que sepas eso - lo calmado de su voz era tan delicado que llegaba a calmar el ambiente, y hasta a mi, ¿era acaso alguna distracción de la respuesta que me dio?¡ja! No es tan fácil.

-no me vengas con esa mierda - con algo de fuerza bruta me voltie hacia el pasillo donde estaba el contrario para ver todo de vuelta en oscuridad sin poder abrir mis párpados- ¿qué crees que haces?

- deberías respetar a tus mayores .. . Yûichiro - sus manos se sentían cálidas sobre mis ojos, era agradable hasta que empezaba a reaccionar nuevamente, ¿Por que el sabía mi nombre y yo no podía saber el de el? O simplemente el sabía como era mi apariencia ¡y yo no sabía la de el!-

- ¿cómo sabes mi nombre? - pregunte con algo de timidez, que absurdo había sonado pero sólo me tocó tragarme la vergüenza ¡ya estaba harto!. Puse mis manos sobre las suyas intentando quitarlas, para darme cuenta que mis manos parecian las de un niño al lado de las suyas así que fue bastante inútil.

- pues ya me conoces pero no creo que me recuerdes, además no nos vemos mucho pero uno o una de las personas con las que siempre hablas ah crecido casi conmigo- río con suavidad se escuchaba muy infantil y cariñoso, sus simples palabras y rose de sus manos me daban una cálida sensación y sutil aroma a cacao con fresas me daba confianza, no era un olor amargo, agrio, dulce, era tan único que quería a pegarme más a el para olerlo, hasta que reaccione a sus palabras, ¿cómo no reconocería a alguien así de cercano?

- ya deja de molestar Siho, con esa descripción eres muy obvio, te delatas sólo. - reí con triunfo, era muy obvio quien era, aunque con esa actitud no me sorprendería que fuera el mejor amigo de Yoichi.

El contrario no respondió inmediatamente empujó al menor hasta una de las aulas sin uso justo en el marco de la puerta se escucho su voz de nuevo- Mantén los ojos cerrados, si lo haces te daré un premio

-¿sabes que no soy un cachorro en entrenamiento, no? Además de que serviría seguir ocultando una identidad que ya se cual es -pero sin una reacción muy clara igualmente le hice caso y mantuve mis ojos cerrados al dejar de sentir la calidez sobre mis ojos.

-¿por qué tanta seguridad? -sentí el calor de un beso, uno de los besos de cariño más inocentes que te puedes dar, en mi frente llegue a sentir el calor hasta mis mejillas, un calor que permaneció hasta cuando se separó de mi, hasta que lo olvidé al ser empujado la suelo dentro del aula, cuando se escucho la campana para entrar a clases, y al salir del aula encontrarme con una manada de estudiantes.

Lo que me preguntaba era, ¿cómo? O ¿por que? ¿Que sentido tenía que kimisuki hubiera expresado tanto cariño en un beso si sólo habían hablado una vez?.

____

If You Were Here. Mikayuu.AU editando Where stories live. Discover now