Capitulo 36.

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Con una camisa holgada de un blanco limpio y unos pantalones oscuros algo apegados a su figura, un suéter abierto de color amarillo suave  algo más grande que su talla exacta dándole un toque más delicada a su imagen y sus cabellos ondulados en caída redondeando su rostro con esa poco amigable expresión que cualquiera podría malinterpretar.

El azabache llegaba junto a su abuelo quien lo escoltaba al ser aún un omega soltero en una fiesta donde se presentaban familias de élite, junto a ellos sus padres llegaban a duras penas, el albino ayudando a arreglar las ropas de su esposo al a ver llegado tarde de su trabajo y como resultado vestirse con prisa para la ocasión. Una fiesta de bienvenida o mejor dicho de compromiso con el regreso al país  del próximo cabecilla alpha de la familia Tepes, tomando la mano del omega que  estaría a su lado y daría a luz a su próxima generación.

El de cabellos negros bajo su cabeza en dirección al suelo con una mirada bastante dura para pertenecer a aquel suave rostro, sintiendo aquel gran salón algo familiar y nostálgico. A un par de meses de lo ocurrido con el matrimonio quedado en la nada y mucho tiempo para pensar en cosas desagradables que lo hacían revolver sus hormonas.

Se dirijo a la terraza que en plena oscuridad de la noche solo era iluminada por el gran ventanal que ingresaba a esta, bajando por los cortos escalones que dirigían una de las entradas a aquel bello jardín trasero, lleno de vida a comparación de las marmoladas cuatro pares que encerraban esa gran mansión.

Sus manos acariciaban esos bellos pétalos de las flores que mostraban su belleza a él aunque fuera de noche y el sol no alumbrara sobre ellas, le hacían recordar tantos pequeños sueños que a su mente atormentaban, aquellos que ya no podía ignorar al solo tener todo su día como un espacio vacío para pensar, sintió cierta rabia cuando por escasos segundos su cuerpo deseó sentir ese ardor que lo cubría, para ignorar aquellos bellos recuerdos que solo ahogaban su pecho y el arrepentimiento lo comía desde adentro, su cuerpo se tensó en el lugar con sus ojos fijos en los carmesí pétalos de una de las rosas más relucientes del jardín.

Sus ojos se entrecerraron intentando ahogar su respiración, apretando sus manos abrió sus ojos nuevamente para ver cómo una gota de agua caía en los suaves pétalos, alzando su mirada al cielo para comprobar si la próxima lluvia podría confirmarse, para contemplar con sus ojos esmeraldas el cielo despejado que dejaba ver el brillo en las estrellas del cielo, guiando su mano a su rostro tocando el húmedo rastro que había dejado el agua salada, limpiándolo al instante de escuchar cómo abrían la puerta dejando el bullicio del salón en evidencia, seguido de los pasos de unos evidentes zapatos para la ocasión, haciendo resonar el tacón en el mármol casi como si el sonido apretara el orgullo en el pecho del que se dirija hacia el.

Ya limpió su rostro de algún rastro salado dio media vuelta aún con la mirada deprimida hacia el suelo, siendo delatado por sus ojos al expresar su sorpresa de ver aquellos platinados cabellos adornando aquel rostro perfilado por esos ojos zafiro que podría reconocer y diferenciar de cualquier otro. Suspiró con pesadez marcando cierta seriedad en su entrecejo, con un paso firme se aproximó a caminar nuevamente a donde la fiesta de compromiso se celebraba y en pocos minutos el rubio frente a él se arrodillaría frente aquel pequeño omega que hace un par de semanas había cumplido su mayoría de edad, y como si fuera el más sencillo regalo de cumpleaños iba a ser entregado a ese rubio y sin siquiera pestañear aceptaría. Le sonaba familiar toda esa historia, pero con un obvio desenlace diferente al de lo que él vivió.

— tú .. ¿de verdad recuerdas? — el rubio frente a él no logro sostener lo suficiente la mirada contra esos ojos esmeralda que tanto revolvían su nervioso corazón. —

— solo fragmentos de cuando tenia como 9 o 10 años. — el azabache por primera vez frente a esos ojos zafiro no titubeo, ni negó el interés en sus ojos por posarse sobre ese ser que podría destruirlo con una sola mirada. —

El rubio intentó detenerlo, al ver como sin alguna clase de interés lo ignoraba sintiendo cierto dolor en su pecho, entre pequeñas quejas y excusas que quedaban inconclusas se vio algo desesperado, corriendo hacia él lo detuvo escalones arriba, donde ni siquiera mirar hacia el suelo podía salvarlo de que el rubio pudiera mirarlo, quedando algo más alto que el alpha sus ojos demostraban su incomodidad que llegó a deprimir el corazón del rubio que con cada día se congelaba aún más.

— espera .. por favor— intentó tomar con delicadeza de las ropas del menor, siendo un intento fallido al verse el miedo en la expresión del azabache al casi ser empujado desde la escalera por la desesperación en la que se vio el mayor. —

— suéltame.. recuerde o no, nada cambiará para ninguno de los dos. .. así que .. por favor .. detente. - el azabache giró su rostro a un lado, despeinando sus oscuros cabellos que lograron tapar su mirada -

— ¡claro que si cambia!.. si .. si tú recuerdas algo eso cambia todo.. todo lo que hice sería un error.. toda mi existencia donde no estuviste a mi lado sería un error .. claro que si cambia, toda mi vida hubiera cambiado, si estuvieras aquí .. junto a mi .. tus ojos no me demostrarían esa tristeza .. tu piel no mostraría ese maltrato .. y tus labios mostrarían una sonrisa de pura alegría.. — los ojos zafiro se cristalizaban reflejando cómo el mar salado a medio día, rebalsados en esa agua salada que llegaba a derramarse —

— pero no fue así, aunque te digiera que me gustabas o no, un bellísimo omega adinerado espera  adentro que pidas su mano en matrimonio. — se soltó del agarre avanzando un escalón más con cansancio en sus pasos, sin dar media vuelta se detuvo unos segundos más.— no me agradan esas lágrimas de alpha, se derraman muy fácilmente, para lo agresivo que eras con ese pequeño omega que tanto te ama. —

¡Feliz Año Nuevo!
Tengan en cuenta las pistas en los diálogos, cada vez queda menos para el final.

If You Were Here. Mikayuu.AU editando Kde žijí příběhy. Začni objevovat