Capitulo 51

170 24 7
                                    

Aún cuando tu cuerpo no colapsaba, dormido con una serena expresión en tu rostro en esa helada habitación de hospital, solo esperaba que esos verdes ojos se abrieran nuevamente para poder recibirlos con una sonrisa.

El estrés era evidente y el vacío inhumano, insoportable y desagradable, ese vacío que hacía nublar mi razonamiento, que solo me hacía sentir culpable al sonreír por solo pensar en ti, recordar cada momento, cada gusto, cada alegría y las cientos de expresiones que podías hacer en un solo día, esa paz, esa tranquilidad que emitías aun cuando te negaste tanto tiempo la felicidad, ¿en verdad eras feliz estos últimos años? No tengo forma de saberlo.

No es normal, no es común y no me es natural sentirme tan feliz por tan prolongados momentos, aún cuando tuviera que estar encerrado en una oficina todo el día, el sentirme feliz solo porque podría verte aunque sea una hora al día, una hora donde nadie nos impide nuestra compañía, donde nadie lo cuestiona o no tiene porque prohibirlo, tan agradable sensación que no pude comprender hasta el momento que no te tuve esa hora en la noche, donde cuando aún puedo verte más tiempo no se siente igual, donde no veo ninguna expresión en tu rostro, donde llego cada noche a ese edificio de frío ambiente y blancas paredes para ver un cuerpo durmiendo sobre una cama que me prohiben interrumpir o simplemente hablar contigo aunque sea unos minutos, que desesperante se a vuelto con cada día.

Cuando llego aquella mujer que cuidaba de tu cuerpo diciendo que debía retirarme, no dudes que me costo seguir esa orden, dejando un beso en tu frente para tomar mis pertenencias y retirarme antes de ser regañado por casi despertarte, con  pesados pasos y un caminar desesperado logre soltar un suspiro antes de escuchar esa desagradable voz.

— Te lo advertí, ese omega solo te traería desesperación —

Parado en la entrada del edifico solo pude reconocer aquel aroma a tabaco que te cerraba la garganta viniendo de entre la oscuridad de la noche.

Aquel hombre ya desgastado por la edad, tirando lejos el cigarro que llevaba entre sus dedos para acercarse a aquel joven con similitud en sus rasgos de cuando aún su piel era joven.

— ¿tan dedicado estas a llevarme la contraria?  Ese omega era bastante bello .. aunque en verdad prefería a esa alpha que te había presentado antes — pasó una de sus manos por sus cabellos con ciertas partes ya blancas entre el color original.

— no se de que habla, señor. Aléjese —

El joven sacudió su chaqueta de tonos oscuros para colocársela para la fría noche, continuó caminando ignorando a aquel hombre, buscando entre sus bolsillos las llaves de su auto, soltando un suspiro para ver el vapor en la noche.

— ¿en verdad me vas a ignorar, hijo? — el hombre soltó una carcajada solo para llevar otro cigarro a su boca y lo encendió casi por inercia.

— cállate, el que tenga tu sangre no me hace tu hijo, seguramente tienes cientos más repartidos por el mundo ¿por qué no fastidias a alguno de ellos?  —

El rubio siguió su caminar terminando así la conversación, siendo interrumpida su huida por el firme agarre en su brazo por el viejo hombre.

— deja de ser tan ridiculo, sufrir tanto por un ser tan miserable que ni un hijo puede parir bien —

Con una reacia exhalada de humo que cubrió su rostro, apretó sus puños tanto y aún más que su mandíbula.

— Oh verdad .. tienes a esa pequeña .. alpha . ¿No?  Al menos pudo sacar una buena generación .. seguramente con ella puedas enmendar tu inútil  vida—

Con solo terminar esa frase no pudo decir otra palabra antes de que aquel hombre terminara en el suelo de un solo golpe en su rostro, que al mirar hacia arriba solo pudo ver la fría mirada del alpha que decía llamar su hijo.

— habla todo lo que quieras de mi, pero no te atrevas a hablar de mi familia de esa forma, te juro y te prometo que darte un golpe en la cara no será ni lo mínimo que te haría si te a través a tocarlos. . —

No se tomo el tiempo de dirigirle de nuevo la mirada antes de seguir caminando aun con la ira reunida en sus puños.

— ¡que idiota eres para ser hijo mío!  ¡Cuánto dinero hubieras tenido cazándote con ese miserable omega! Ahorrándote todo este drama de que ahora tu esposo pudiera morir por traer a ese hijo al mundo, perfectamente podrías a verlos tenido a los dos ¡y seguramente a ese omega le gustabas tanto que te lo hubiera permitido sin quejarse! ¡Que idiota eres! -

El hombre reía a carcajadas lanzando lejos el cigarro aún cuando no lo había terminado, escupiendo a un lado y metiéndose un dedo a la boca para revisar cual era la herida que causó la sangre que vio al escupir, no  vio venir y aún menos reaccionó cuando otro golpe aún más lleno de ira llegó al lado contrario de su rostro.

— ¿no te había dicho que cerraras la boca? —

— solo decía la verdad hijo mío —

Solo soltó otra carcajada antes de ser tomado por el cuello de la camisa acercando su rostro al del joven que llevaba su sangre.

— yo no soy tu hijo, Krul siempre a sido y será mi papá y mi mamá —

— ¿esa puta una madre? ¡Como si fuera posible! No pudo ni ser una buena esposa .. —

Eso fue lo último que termino con su paciencia azotando el cuerpo el viejo cuerpo contra el suelo y volviendo a exprimir aquel desagradable rostro contra el suelo, no dudó en retenerlo cuando intento devolver el golpe colocándose sobre él para mantenerlo controlado.

En la noche solo se podían escuchar los golpes y quejidos de los hombres que compartían sangre, solo se podía ver el espectáculo y el alboroto llegó a tanto que las enfermeras del edifico tuvieron que interrumpir en la escena antes de que el más joven de los alphas lograra matar al más viejo.

__

¡Lamentó todo este tiempo sin actualizar!
Ya tenía planificado un final para esta historia desde el primer capituló, pero he dudado mucho
En verdad gracias a todos aquellos que han esperado tanto
¡En verdad gracias!
4

If You Were Here. Mikayuu.AU editando Donde viven las historias. Descúbrelo ahora