Capítulo 25.

564 64 21
                                    

Miraba el techo oscuro acomodándose como mejor podía en el incómodo sofá, algo corto para su altura.

Nunca hubiera negado la invitación de quedarse a cenar, menos él ser recibido por una noche, aunque hubiera tenido un lugar donde dormir igual hubiera aceptado él quedarse, no como una oportunidad con el menor para aprovecharse o algo por el estilo, simplemente se le hacía curioso el pasar tiempo de esta forma, posiblemente el  Azabache lo podría a ver malinterpretado como "ganar puntos con los padres", no le sorprendería.

No podía dormir tranquilo, su plan había fallado como muchos anteriores, no podía olvidarse de aquellos profundos ojos esmeralda que casi siempre que tenia el permiso para mirarlos le daban un odio algo infantil o simple mal humor que parecía que ocurría por su simple presencia. La frustración crecía en su garganta y recorría su pecho ahogándolo de a poco, en sus ojos sentía cierta humedad que se acumulaba pero por alguna razón no lograba llorar, asiendo que solo el sentimiento se guardara intoxicando su cuerpo cada vez más.

Cerró sus ojos casi automáticamente al escuchar unos pasos que intentaban hacer el menor ruido al bajar las escaleras fracasando de una forma muy obvia cuando escuchó los quejidos de dolor por la caída que tuvo que fingir que nunca escuchó para ahorrarle la vergüenza al menor que por su sutil aroma podía reconocer.

Apretó las sábanas con las cuales tapaba su cuerpo al sentirlo tan cerca sentado en la alfombra frente al sofá mirando al lado contrario de donde me encontraba hasta en plena oscuridad podía reconocer tal belleza.

- vamos.. ríete si quieres, se que estás despierto. Eres demasiado obvio.

Suspiró ya rindiéndose al intento de parecer dormido acostándose de lado para poder observarlo con determinación, cada detalle era hermoso, cada imperfección en su rostro, cada mancha por el sol, o sutiles cicatrices por sus ya incontables peleas con alphas que aprovecharon de su fuerza, para cualquiera no sería él omega más bello por todos esos detalles, pero para él era el más hermoso, cada cicatriz era una marca de valentía y que nunca se rendiría, cada mancha era por esfuerzo, y cada imperfección era muestra de su nulo egocentrismo, el que mostrara cada parte de él sin vergüenza solo le daba un amor sano así mismo que ni él era consiente de ello, pero con una simple mirada de un enamorado podía saber tantas cosas.

- ¿no te hiciste daño? .. no veo el porque reírme

Los ojos azules brillaban sin razón entre tanta oscuridad del salón, el azabache no lograba entender que es lo que buscaba entre todo esto, nunca ningún alpha lo había mirado de esa forma si no era por interés, ningún alpha hubiera detenido a otro de marcar lo que estaba siendo reclamado menos si era el, ningún alpha intentaría acercarse a él de una forma tan sana, ¿que era lo que quería?

- ¡deja de actuar de esa forma niño malcriado!¿que es lo que quieres?¿que tanto quieres para ponerle tanto trabajo? ¿Dinero? ¡Si, mi familia tiene mucho! ¿Sexo? ¡Para un alpha como tú  no debería serte tan dificil!¡seguro ya has cogido con todo tipo de omegas! ¿O aún no encuentras una de pelo negro y ojos verdes? No es tan difícil solo ponle el mismo empeño que pusiste ahora.

Su voz no era tan alta como para ser escuchado por quienes dormían en la casa, pero la fuerza que les daba transmitían dolor en sus palabras era lo que más lastimaban, no entendía que ocurría, las palabras no iban tan rápido pero nunca había visto de esa forma a Yuichiro o al menos de hace años que no lo veía de esa forma, solo pudo tragar seco y ponerse bastante nervioso al ver las lágrimas en los ojos esmeralda por la luz que lograba entrar por la ventana cercana, se levantó del sofá arrastrando las sábanas se sentó frente al esmeralda tapándolos a ambos con las mantas cubriéndolos del frío. Con cuidado alzó su mano al acomodarse, acariciando su mejilla para secar sus lágrimas no reaccionó a tiempo al sentir como su mano era apartada de un solo golpe.

Su camiseta era jalada por el azabache, sin decir ni una palabra solo se escuchaban los gimoteos que daba el menor entre sollozos ocultando su rostro ya colorado de llorar en su pecho aferrándose a él, al tomar más confianza al ser aceptado con mucho gusto en los brazos del rubio.

-debe a ver alguna razón para que te acerques .. algo que te convenga .. como todos lo hacen ..

El mayor solo se quedó en silencio depositando un beso en su frente pasó una mano por su cabello acariciando con cuidado, bajo más, dando suaves palmadas en su espalda mantenía suaves caricias susurrando de una forma casi inaudible su respuesta "tu compañía ..", el azabache no sabía cómo reaccionar a esas muestras de cariño, nunca antes dadas por alguien que no fuera su madre, ni por alguien que en verdad le gustara su simple compañía e insistiera tanto por ella cuando él lo trataba tan mal, no sabía si era correcto dejarse llevar, si era un sentimiento sincero de parte del mayor o simplemente ocultaba segundas intenciones en las miradas tan dulces que le regalaba.

- ¿por qué se siente tan bien tu compañía? .. tu calor se siente muy familiar ..

Mientras el menor se mantuviera aferrado, el no lo soltaría nunca si el azabache no quería ser soltado, podría amanecer de esta forma sin siquiera parecer cansado, como si se recargara con su simple calor. La pregunta le sorprendería, el sabía la respuesta muy clara pero las discusiones con Shinya desde el accidente le habían dejado en claro que él no podía obligarlo a recordarlo, y tampoco lo haría, nunca le haría algo así al menor, dejando un momento incómodo entre el silencio hubiera parecido que acordaron entre los dos cambiar de tema sin decir ninguna palabra.

-.. Tepes .. bueno, Mikaela, cuando fuimos a tu hogar, en la sala donde me dejaste habían unas fotos de una niña rubia con rizos y cabello corto.. ¿era .. alguna prima?

No pudo evitar tensarse al escuchar como su primer nombre salía de los labios del menor, muy rara vez o mejor dicho nunca, lo había llamado de esa forma, o al menos en este año del reencuentro que solo vivió el zafiro, volviendo a la realidad intentaba recordar las fotos de ese lugar, quedando con una gran duda, solo habían fotos de él y su hermana, ninguno de sus primos cumplía esa descripción y solo con pensarlo minutos más con determinación en cada imagen no pudo evitar tomar color en su rostro.

- Yu.. Yuichiro, no era una niña, era un niño y lo sé con seguridad porque era yo de pequeño. O hasta donde puedo recordar, solo mis fotos de pequeño cumplen esa descripción.

Suspiró con pesadez, esperando a las risas del menor que no eran de esperarse que lo hiciera, segundos en silencio pasaron y no sabía que le ocurría, creyendo que había caído dormido se sorprendió más de la cuenta al oírlo hablar.

-que lindo eras de pequeño .. ¿que te ocurrió? Se hecho a perder la garantía y quedaste así ..

Por minutos le agradeció a lo inexplicable, el ver como sus mejillas continuaban empañadas, sus ojos verdes brillaban con solo mirarlo, y una sonrisa se asomaba en sus labios, la ganas de besarlo con su cercanía lo inundaban, pero no lo haría, solo esperaría hasta que ese beso en verdad fuera deseado por ambos.

Lo que el rubio no podía saber eran todos los pensamientos que corrían por la mente del Ichinose, lo que había sido aclarado por el solo habría más dudas y cerraba otras, esa niña que ahora sabía que era un niño, aparecía constantemente en sueños, que él no podría saber que eran recuerdos, no sabía si era correcto preguntar o a quien era correcto preguntar sobre ese tema, solo se le hacía más complicado y simplemente se dejó llevar en los brazos de su rubio de ojos zafiro.

___

Bueno ya no se que decir
Se me ocurrieron muchas cosas de la nada y ya están surgiendo entre la historia
No quiero que se lleguen a preocupar por algún giro inesperado con un tema que no va, solo seguirá avanzando con su ritmo

Chao.

If You Were Here. Mikayuu.AU editando Where stories live. Discover now