Capítulo 29.

458 65 22
                                    

Ya en el primer piso y con la música más lejana el azabache se detuvo dándose media vuelta para mirar al rubio con sus ojos verdosos cristalinos y su rostro ya colorado, su cabello despeinado con sus pies descalzos sosteniendo sus zapatos en una mano.

—¿por qué insistes tanto en estar a mi lado? Los dos estamos comprometidos, los dos estaremos casados en unos años, ¿¡por que sabes tanto de mi y yo tan poco de ti!? —

-- recuerdo cosas que tú no sabes, porque yo te conozco con solo mirarte, pero tú te dedicas tanto en negar todo lo que eres y tienes, que ni siquiera eres capa de luchar por lo que quieres ni tampoco te esfuerzas por completar todo lo que no sabes. —

--¿que puedo hacer yo?¡¿puedes afirmarme que yo en realidad puedo hacer algo?!¡estoy seguro que en la boda ni siquiera esperarán a que yo acepte a Crowley si él ya dijo su "acepto"! Si llego hoy y digo que no quiero casarme veo capas a mi abuela de encerrarme hasta el día de mi boda, no importa cuanto estudié, no importa si logro Salir de la universidad no me aceptarán en ningún trabajo. ¡No importa mi esfuerzo siempre tiene el mismo final!.—

-- ¡Yuichiro, escucha alguna vez en tu vida las palabras de otros!¡si ahora es necesario por primera vez abusare de mi apellido y estudiare sin cansancio! Como alguna vez yo te lo prometí, creare un nuevo mundo donde siendo omega puedas lograr todo lo que quieras, que seas feliz con quien quieras aunque no estes a mi lado, que no dependas de nadie y que en verdad no importe los deseos de los demás sobre ti. —

—¿por qué insistes tanto?¡no nos conocemos desde hace mucho!¡Y siempre actúas conmigo como si me conocieras de hace mucho tiempo! Nunca te pedí nada de esto, nunca corrí a tus brazos por protección, pero tú siempre te metías en donde literalmente nadie te llamaba ¿por qué? No logras nada con eso, solo perder a la gente de tu alrededor. En un comienzo pensé que solo querías acostarte conmigo, después de usado solo me desecharías, pero no se porque sigues aquí, ¿qué? Acaso bailaste conmigo a ver si podías dar mi primer beso, así que me ayudaste a calmarme en mi primer celo para ser el primero en partirme el culo, o es que me salvaste de Crowley para ser el primero en marcarme y después irte con ese otro omega que tanto te persigue ¡que es lo que tanto buscas! .. ya no se .. que es lo quieres.. por favor basta, lo peor fue que por un momento en verdad si lo quise, por algún momento en verdad tal vez si me hubiera dejado que me hicieras cualquier cosa, no lo sé, tal vez porque me empezaste a gustar y prefería hacerlo con alguien que me gustaba aunque solo le ocupara, a hacerlo con Crowley, tal vez así se enojaría y le daría asco tocarme, tal vez había una posibilidad .. solo tal vez —

El rubio permanecía callado escuchando sus palabras con la cabeza baja como si fuera un castigo, por momentos se sentía desesperado pero su alpha al estar dormido no lograba sentir mayor rechazo, pero la culpa lo atormentaba, era verdad que gran parte de todo eso solo era culpa suya, el como actuaba nunca fue claro, pensó qué tal vez había esperanza de que lo recordara por fin, pero como idiota seguía intentando aunque ya no hubieran esperanzas pero quería que las hubieran, le sorprendió por momentos que por sus mejillas callaran lágrimas después de creer que ya no le quedaba agua para llorar, pero las palabras del menor le daban tantas ilusiones que aunque él sabía que eran imposibles él quería seguir creyéndolas.

-- porque por alguna razón me gusta demasiado, desde la primera vez que te vi me gustaste demasiado, no puedo evitar no querer estar a tu lado cuando te miro y veo como vas perdiendo eso que tanto amaba , como alguien te quita todo eso como si fuera de su propiedad, pero no entiendo, como puedes quererte tan poco para verte culpable de todo eso, como puedes quererte tan poco si yo te quiero tanto aunque todas las palabras que iban hacia mi de tu parte fueran crueles, y aunque terminarás de perder todo eso me gustaría ser el encargado de devolvértelo, aunque fuera con tu simple amistad, si fueras feliz con alguien más, para mí estaría bien, pero perdón, estoy seguro que si esa otra persona más es alguien como Crowley nunca podrás ser feliz, por eso no me rendiré, aunque me lo ruegues.. no puedo hacerlo. No quiero condenarte. —

Los dos se hundían en sus lágrimas, extrañas de entender para lo poco cercano que eran ambos, por alguna razón se sentían más cercanos de lo que eran, más cariño de lo que interpretaban y más borrachos de lo que mostraban, dos inexpertos con el alcohol con demasiadas cosas que confesar. El azabache no dudó demasiado al ver llorar con tal desesperación a su contrario, salto a sus brazos siendo recibido con algo de desesperación por su contacto, uniendo sus labios como si lo hubieran hecho miles de veces, aunque de una forma algo torpe y ayudándose mutuamente a aprender, una sensación placentera que era conocida para ambos, pero ese recuerdo solo permanecía intacto en los pensamientos del rubio. Uno de ojos esmeraldas desesperado por la situación, ese cálido tacto tan sencillo, esas manos que acariciaban su espalda y reposaban por momentos en su cintura, como era acorralado contra una de las paredes del establecimiento, como se sentía protegido y confiado en esos brazos, se volvería adicto a esas sensaciones, el como paraban por segundos para tomar el siguiente aliento y continuar a la vez como si ya estuviera planificado, no era la primera vez que era tocado de esa forma, cuando una de las manos del rubio bajó a su muslo, pero por alguna razón en ese momento solo quería más, el simplemente quería que su primer beso fuera en ese momento, con la persona que le brindaba calor en ese mismo lugar, aunque no esperaba que avanzara tanto como hasta ese momento tampoco quería que se detuviera.

Para el rubio solo era un sueño que se ocultaba en lo más profundo que hasta él se sentirá avergonzado de rebelar y que solo se sentía libre de continuar por ser el menor quien le había tomado el valor de besarlo, tal vez se aprovechaba un poco del momento, pero al sentir ese suave jadeo contra sus labios expresando el que quería más solo cumplió los deseos del menor.

No era correcto lo que hacían para ninguno de los dos, los dos estaban comprometidos, para cualquiera que los mirara eran simples desconocidos, y a cualquiera que le preguntaras de sus compañeros de clase ni siquiera llegaban a parecer amigos, pero eso no les impedía disfrutar el momento tanto para los dos como nunca. Subía su mano por debajo del vestido del menor, con lentitud dándole el tiempo de quitarla si no quería que lo hiciera, separándose por unos momentos para mirar al azabache a los ojos ni siquiera tuvo que preguntar cuando la respuesta era afirmativa, acariciando la piel del de ojos esmeralda como la más delicada seda, con la punta de sus dedos subió por su muslo hasta apretarlo con suavidad cuando sus labios permanecían moviéndose, no llegó a introducir su lengua, no quería asustarlo mucho menos ir demasiado rápido, mientras fuera solo eso podría permanecer satisfecho.

Su sorpresa fue cuando el menor tomó la iniciativa nuevamente, enrollando sus piernas en la cadera del contrario lo distrajo por momentos al sostenerlo y cuando iba a decir algo para reclamarle introdujo su lengua, algo torpe lo hacía casi por instinto, solo le quedó complacer lo que quería casi enseñándole como se hacía él tampoco era un experto, fue cuando se puso a pensar mejor, no sabía que el menor fuera tan confiado después de todo lo ocurrido, cuando se separó por unos momentos para tomar aire y mirar a Yuichiro, tomó una gran bocanada de aire para darse cuenta del aroma del menor, no era muy fuerte, pero lo poco consiente que estaba al punto de ni siquiera responder sus preguntas y solo intentar volver a unir sus labios le dejaba en claro lo que pensaba, su celo empezaba y el lo había influenciado.

Lo bajo de sus brazos para darse cuenta que no podía permanecer en pie, obligándose a despejar su mente de todo lo ocurrido se dio una bofetada no muy fuerte subiendo a Yuichiro a su espalda camino hacia la entrada del lugar, intentado evitar toparse con su hermana o comprometido que seguramente lo estaban buscando, o un Crowley furioso. Decidió al final irse en un taxi a dejar al azabache a su hogar, y aunque quedara más lejos la casa donde pequeños jugaban que a la casa de los Hiragi prefiero pagar más para poder ver cómodo al menor en los brazos de sus padres.

___

Chao

If You Were Here. Mikayuu.AU editando Where stories live. Discover now