Capitulo 41.

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Al cerrar los ojos aún podía sentir esas caricias que subían y bajaban dibujando con suaves roces una figura en su espalda, lo hacían suspirar y apretar sus piernas entre si al abrazar la almohada entre sus brazos.

Su cintura era perfilada entre las suaves curvas que subían nuevamente en su cadera, con esas pálidas manos que se posaban en su piel. Sus labios se mantenían unidos con suaves besos que parecían sin necesidad de llegar más lejos mientras pudieran tocar sus pieles. Apegándose uno al otro, el azabache movió posiciones quedando el arriba, sentándose en el vientre del alfa para recostarse sobre su pecho mientras las manos ajenas no dejaran de tocarlo.

Una luz se prendía constantemente en la oscuridad de la habitación, con las continuas vibraciones que avisaban que otra llamada se unía a todas las anteriores que no había respondido el azabache.

— debería contestar .. ya no llevo la cuenta de todas las veces que han llamado— soltó un suave suspiro a continuación de sus palabras.

Se estiró hacia un lado de la cama para alcanzar sus pantalones que se encontraban en el suelo, el rubio afirmando sus piernas logró volver a incorporarlo cuando el celular ya se encontraba en sus manos. Suavizando el agarre para brindar constantes caricias en la piel sintiéndose atraído de pasar sus manos por ese vientre que parecía muy suave y blando al tacto al no ser en su totalidad plano.

El azabache distraído de lo que hacía el mayor revisaba las más de 20 llamadas perdidas entre su abuelo y de su padre, otras diez entre números desconocidos, para formar un patrón como si se turnaran para llamarlo. Cuando la próxima llamada entro respondió instantáneamente al ver que era su madre.

"¡Yuichiro! Por fin respondiste ¿donde estás?¿con quien te fuiste? ¡¿Cuando volverás?!¡aún estamos en la mansión Hyakuya! ¿¡Sabes al menos a donde fue Mikaela!? ¡Desapareció pero no sabemos a qué hora ocurrió! No apareció para el mejor momento de la noche, Yuichiro ¡por favor! Al menos dime algo."

— mamá, cálmese .. estoy bien ..— estiró su cuerpo acomodándose con una pierna a cada costado del vientre del mayor el cual mantenía su mirada fija sobre los ojos esmeralda siendo consiente de cada uno de esos roces.

— "¿solo eso me dirás? Yuichiro háblame ¿donde estas? "

Apretó sus labios por un momento, retomando consciencia en sus palabras y el gran drama que se armaría en ese momento, el odio que recibiría y posibles lágrimas en el rostro de ese delicado omega que había visto como miraba enamorado al rubio, el mismo que acariciaba su cuerpo con tanta pasión, que con un solo toque podía calentarlo con ese cosquilleo tan agradable en su cuerpo. No podía negar que por unos momentos se sintió celoso, y se odio por sentirlo antes de darse cuenta que eran celos, al intentar escapar de ver con sus propios ojos que ese pequeño omega siempre estuvo al lado de su rubio, cuantos años comprometidos y mantenía esa mirada enamorada en sus ojos.

¿En verdad era correcto estar a su lado?

—  usted era el que mas tenia en claro que no quería ir a esa fiesta. por favor no se preocupe, .. me  dejaran por lo mañana — suspiro cerrando sus ojos por un par de segundos para terminar con todo esto de una vez, tomar una decisión clara de lo que quería desde ahora.— mam..

sus palabras fueron interrumpidas por el bullicio y cómo podía imaginar la situación que con solo los sonidos describe lo ocurrido, antes de poder preguntar quien le había arrebatado el celular a su madre una dulce y suave voz se escuchó en la línea.

—"por favor, de verdad por favor dime si sabes algo de Mikaela, estoy muy preocupado por el. nunca desaparecería así,..Yuichiro ¿verdad?"—la melosa voz parecía ansiosa y dispuesta a excusar mil veces el porque el rubio no había estado en el momento que pediría su mano para que a esta hora de la noche estar saltando sobre su regazo.

—supongo que eres el prometido de Mika, .. se a donde se fue y hasta donde esta en este momento—se dibujo una sonrisa en su rostro cuando vio a los ojos zafiro, poniendo un dedo sobre sus labios en señal de que se mantuviera callado instantes antes de sin otro aviso activar el altavoz en el celular.

El rubio se vio dudoso pero no dijo ni una palabra, había escuchado como lo traicionaba enfrente de el al decir que sabía donde se encontraba, siendo que directamente el azabache estaba sobre su regazo aún desnudo, solo sus pensamientos se detuvieron y se sintió alarmado como por instinto al escuchar esa voz que ya le desagrada escuchar con ese tono dulce que fingía tener.

—¡oh!¿en verdad?¡que alegría!. . Yuichiro ¿podrías decirme dónde está? iremos de inmediato a recogerlo. — podría expresar esa emoción a través de la línea al punto de poder imaginar las típicas expresiones que consideran tiernas en un omega.

—perdón, puedo decirte donde esta pero me rehusó a que se lo lleven..— dijo con un tono mimosos y muy simpático, acomodase en el pecho del alpha dejo el celular reposando en la pálida piel cerca de su rostro para escuchar gustoso su respuesta.

— ¿por qué ... dices eso? — esa dulzura se disipó en un par de palabras, irreconocible de distinguir si se pondría a llorar en ese momento o por fin sacaría una fase que nunca llegó a  conocer al solo verlo de lejos en público, tal vez había logrado que sacara cierta rabia no muy ¨adorable¨.

—es simple .. tanto que creo que esta tu lo adivinaste — acercó el celular a sus labios, hablando con suavidad acompañada de cierta mirada candente que aún se mantenía sobre los ojos zafiro—no quiero entregartelo tan pronto cuando acabo de entregarme yo a él,.. te doy una pista.. seguramente tu ya has intentado estar en el lugar donde estamos . . .


(. . .)


el celular se estrujó entre sus dedos y si no fuera por la mínima fuerza que poseía por las extremas dietas a las que se somete su rabia hubiera sido la suficiente para romper el aparato en su mano. lanzando contra uno de los ventanales del living de la mansión de su próximo suegro  que enseguida chillaron al romperse, se giró hacia su madre gritándole como si fuera la culpable de todo lo ocurrido al no ser la primera vez que ese omega se veía como un peligro y era el tema principal en sus conversaciones cuando el  menor sacaba su verdadera naturaleza con cada berrinche que armaba cuando sus posesiones se manejaban como él no quería.

—¡ese omega hijo de perra! sabía que esa zorra me sonaba conocida hasta en el nombre — peino sus cabellos hacia atrás dándole patadas al suelo con su talón y casi arrancándose los cabellos al recordar las últimas palabras del omega ¿un lugar donde el desearía estar?

sus pensamientos fueron callados con el escozor desconocido que se hizo presente en un lado de su cuerpo al verse aterrizar en el suelo y con el calor pronunciado en su mejilla, para alzar su mirada y encontrarse con los ojos celestes que irradiaban tanto rabia como hasta en lo profundo un asco desvergonzado, Shinya Hiragi o para el omega menor en el salon ¨la perra que pario al que se interponía entre él y Su rubio¨.

If You Were Here. Mikayuu.AU editando Where stories live. Discover now