La sangre caía gota a gota por mis dedos, era la segunda vez que me cortaba. Creo que toqué una vena, aunque ya no salía mucha sangre como al principio.
Satisfacción, eso siento, el dolor físico opaca el del alma.
Creí que podría seguir, pero siempre que amanece entra “Tristeza”, somos buenos amigos.
Sentí el cuerpo muy ligero, me quede quieto cerca de la ventana mientras el cielo muy oscuro emitía truenos.
Rodee mi brazo con una camiseta para que absorbiera todo.
La lluvia comenzó a caer pasada la media noche mientras sentía que la vida se me iba lentamente.
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En un atardecer
Non-FictionUna historia a través de la mente suicida. Cómo se siente la depresión. Preguntas sobre la existencia, el dolor, la realidad de la vida y Dios.
