Capítulo 9

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 Ella dijo que me alejara, yo estaba cumpliendo. Hasta que viernes por la noche suena mi celular y en un WhatsApp me dijo que se llama Giselle. No, no le contesté. Ni siquiera la dejé en visto. De todos modos ya es sábado y acabamos de llegar al club.

—Más te vale no emborracharte al segundo trago —dije amenazante a lo que Miguel se rio.

—No, cómo crees —respondió entre risas.

Lo primero que aprendí en estas fiestas es que no se toma del vaso que te ofrece un desconocido. Lo mejor es rechazarlo cordialmente, sin mostrarse indeciso o débil ya que si es así la otra persona insistirá. Esto se aplica más hacia las chicas, es decir, es algo de lógica. Y no sé porque siempre termino cuidando a estos dos, quizás porque soy el mayor. Aunque hay veces en las que sí me he vuelto mierda y para lidiar conmigo se necesita más de uno. Por algo somos un trío perfecto, pero las cosas se ponen muy locas cuando nos volvemos mierda los tres, y luego terminamos como los tipos de la película de Qué pasó ayer.

—Sirve tres tragos de whisky —ordené a la rubia.

—Esto está genial, ¿no? —Intentó hacerse escuchar José Ángel a través de la música mientras la bartender nos despacha las bebidas.

Me limité a asentir con la cabeza y prosigo a tomar mi trago. Desde que llegué he estado inconscientemente buscando a Giselle, ¿qué es una fiesta de cumpleaños si está ausente el que cumple años? ¿Dónde está? Bebo otro trago y le hago una señal a la rubia para que sirva otra ronda, ¿por qué siempre se me hace tan difícil encontrarla? Desde el primer momento, pareciera como si ella es la que llega hasta mí.

Y así es.

Está en las barras del segundo piso mirándome, justo delante de mí. Lleva puesto un vestido ligero y corto de color azul claro, no se le nota maquillaje y tiene el cabello suelto ondulado tan oscuro que resalta su piel clara.

—¡Ariam! —dice Betty acercándose —, vamos a bailar.

Me jala por el brazo y entramos a la pista de baile en lo que me empieza a bailar, ¡Dios! Que buen trasero tiene. Se da la vuelta y sonríe moviendo sus caderas, después de dos canciones seguidas volteo hacia arriba y no está. Suspiro con fastidio, ya se me volvió a perder.

—¿Qué pasa? —pregunta Betty poniendo un mechón rubio detrás de la oreja y mirando hacia donde yo miraba anteriormente.

—Ahora vuelvo.

Atravieso la pista de baile dejando a una muy confundida Betty atrás. Subo las escaleras mirando por las barras y no encuentro ninguna señal de Giselle. Camino por un pasillo, en muchos de estos cuartos deben de estar teniendo sexo. Salgo al balcón y allí está ella mirando hacia la nada.

—¿Te diviertes? —pregunté y negó con la cabeza luego de mirarme por el rabillo del ojo.

—Por lo que veo tú sí —responde sin más.

¿Celos? Esbozo una sonrisa casi imperceptible, no puede ser.

—¿Por qué me sonreíste aquél día?

—¿Cuándo? —se hace la desentendida.

—Ya sabes.

—Estoy acostumbrada. —Su respuesta me sorprende mirando por el balcón, a su lado.

La verdad no es fea. De hecho, me parece la chica más hermosa que hay aquí. Es sólo que me atraen más las feministas y típicas chicas atractivas que estén buenas. No como ella. De repente me entran unas irremediables ganas de disculparme.

—No necesitas maquillaje para verte hermosa, ya lo eres.

Al parecer le sorprende escuchar tal cosa, me acerco a su oído y la tomo suavemente por la cintura.

—Prepárate —susurro cerca de su oreja —, porque hoy me toca secuestrarte.

××××××××

Nota del autor: Uuuuyyy ahora sí 😁😏😏 como lo leyeron queridos lectores ¡Prepárense! 🙄 Porque esto se va a poner bueno... Si saben a lo que me refiero ¿No?

🙂😁

Aria. D

<3

Bipolar© [Completa✔️]Onde histórias criam vida. Descubra agora