Capítulo 47

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Sin duda alguna, mis encuentros hasta ahora con padres furiosos no han sido del todo amigables. Y nada convenientes.

- ¿Y ahora qué hacemos?- no pude evitar preguntar.

Estamos atascados en algún rincón perdido de este mundo, y en el tercer piso de un lugar casi en ruinas al mirar hacia abajo sólo puedo ver un puto laberinto. El sol de mediodía no ayuda mucho con el calor, le echo la culpa de ser moreno. Y el hambre me está matando. Bayolet en efecto retardado por fin logra reaccionar a mi pregunta, moviéndose rápido.

- De prisa, por aquí- corre a uno de los extremos del lugar y se detiene a pensar, señalandonos las rejas de una ventana- ¿Ven esa ventana de allí abajo?

Marcos asiente, meditando, nervioso.

- ¿Pretendes que bajemos por ahí? ¿Estás loca? Ah cierto, si lo estás...- dijo Marcos.

- ¡No estoy bromeando! ¡Tienen que largarse rápido! No es primera vez que escapo por allí, es para que se acomoden mejor al tubo.

- Ven con nosotros- le dice Marcos sosteniendo su mano.

- Rápido...

- Bayolet, va a hacerte daño- dice él interrumpiendole.

- Me parece que estamos olvidando a alguien- dije indiferente interrumpiendo su escena de telenovela.

Marcos como siempre de impulsivo corre hacia el pelirrojo tirado en el suelo quién se tira unos pedos con total tranquilidad. El Marquitos de frenético empieza jalandole una pata.

- ¡Bastian! ¡Rápido...! ¡Despierta!

Voy en su ayuda, porque tampoco es que yo estoy tan tranquilo como parezco.

- ¡Qué te pares coño!- le doy unas palmaditas en las mejillas, parece medio muerto.

- ¿Qué...? ¿Qué pasa?- por fin reacciona, aún somnoliento.

Y no lo culpo de verdad, no recuerdo cuándo fue la última vez que dormí tanto. Aún siento mi cuerpo un poco pesado, como si acabara de despertar después de cien años.

- ¡Tenemos que irnos!- dice Marcos histérico.

- ¡Desaparecer, perdernos, huir, correr, escapar!- lo dije todo muy rápido mientras lo jalaba de un brazo, y evidentemente no sólo logré pararlo, sino alarmarlo.

Y no sólo yo solamente, sino también el grito de furia qué gritaba "Bayolet" y que me erizaba la piel. Y que se sentía más cerca que antes.

- Estoy viendo doble- murmuró el pelirrojo con lagañas en los ojos.

No es el único aturdido por ser despertado de una manera tan brusca, yo aún ando parpadeando fuerte para poder ver claramente y con algo de dolor en el cuerpo me siento físicamente cansado, como cuando duermes y te despiertas todo raro sintiendo como si resucitaras de estar muerto, como si te despertaras más cansado y adolorido de lo que estabas antes de dormirte.

Bastian trató de ver la escalera que no veía, moviendo su cabeza en varias direcciones con preocupación y estrés.

- ¿Dónde?- dijo al fin.

- Tú sólo observa- Marcos montó un pie a lo que el chico peló los ojos viéndolo bajar por la ventana.

A esta altura cualquiera se caga.

- ¿Están hablando en serio? Yo no pienso...

- Tranquilo, tú dale sin miedo- lo interrumpo.

- El miedo es lo que mantiene vivo a muchos- dijo mirando a Marcos deslizarse por el tubo que está al lado de la ventana.

Sonrío.

- Cobarde.

Me lanzó una mirada que no pude descifrar. Se le notaba el miedo, pero a la vez era como si me dijera con los ojos "CÁLLATE", lo que me causó más risa todavía.

- Tú turno- me apresure a decir dándole dos palmadas en el hombro.

Miré hacia atrás algo inquieto, aunque como siempre disimulandolo todo. Volteé hacia Bayolet, un poco extraña, le empezaron a temblar las manos. Detallé cada gesto inconsciente de su lenguaje corporal y me detuve en su cara, me miró un poco extraño, tal vez era algo de tristeza lo que podía ver en sus ojos.

- Estaré bien- parece que más bien lo dijo para convencerse a sí misma.

- Tampoco te pregunte- dije chocante, con lo frío y distante de mi personalidad.

En ese mismo momento me apresure a bajar, me puse algo nervioso cuando la escuché, hablándole a Bayolet. En el momento que volteé hacia arriba escuché un grito, Bayolet ya no estaba. Sentí la necesidad de volver a subir y arreglarlo todo, no lo sé, creo que no es mi problema. Aunque no desaparece esto dentro de mí qué me dice que algo estoy haciendo mal.

Caminamos en silencio por las calles desconocidas y sin rumbo alguno. Encontramos una cafetería en la que decidimos entrar sin discutirlo, aún no sé porque pagué yo la cuenta, pero no tenía ánimos de reclamarles nada, la verdad no me molesta en lo absoluto. Hasta cuando caminamos resaltaba aquel ambiente, todos callados pero en el fondo sabemos que tenemos el mismo pensamiento. Sólo podemos pensar en una cosa. Y eso es en lo mal que lo debe de estar pasando una niña tan pequeña viviendo en este barrio tan tenaz.

De sólo pensar en lo rápido que le hubiese partido la madre me hace sentir un cobarde por irme y dejarla allí. Yo no soy así. Y Marcos parece el más afectado.

- ¿Qué estamos haciendo?- dice Bastian vencido, alzando sus manos y dejándolas caer en un gesto desanimado.

- No lo sé- responde Marcos igual de desanimado, mirando hacia abajo, sentado en el suelo de la entrada de la ciudad, sumido en una profunda melancolía y un extraño sentimiento.

Me acerqué a él y me incliné con la necesidad de decir algo. Al salir de la cafetería fuimos preguntando a cualquiera que se nos cruzace en el camino y siguiendo las instrucciones logramos llegar hasta acá. Aunque para serte sincero la mayoría de las personas trató de ignorarnos y evitarnos. No son muy amables por aquí.

- Espero que tu vida esté llena de "Que fue lo que hice" en vez de "Lo que pude haber hecho"

Y al finalizar esas palabras, me miró repentinamente con un gesto de sorpresa y desconcierto.

- Tienes razón- se levantó y caminó de vuelta a la ciudad. Sólo.

- Pero están apunto de recogernos- le dijo Bastian.

- No te estoy pidiendo que me acompañes.

Y tiene razón.

Cualquiera lo hubiese dejado así. Pero no él. Pero no yo. Porque hay oportunidades que se nos presentan una vez en la vida, cuya decisión no se puede olvidar. Y aunque parezca algo realmente pendejo no dormiría en las noches pensando, sabiendo que sumé algo más a la lista de eso que pude haber hecho y no hice y preguntándome qué hubiera pasado si hubiese hecho lo contrario. Y por esa misma razón, lo seguí.

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HOLAAAAA florecitas preciosas del jardín ❤️

Y si eres hombre no me importa, ahora eres una florecita.

XD

Disculpen el retraso :3
He estado viajando.

🌼Espero que sus vidas estén llenas de "Que fue lo que hice" en vez de " Lo que pude haber hecho"🌼

Atrévete

Nunca se rindan en aquello que desean o quieren

Es mejor hace una locura que haya valido la pena a que no hacer nada y añadir una cosa más a la lista de lo que pude haber hecho y no hice ✌️

Con mucho cariño👊
Aria . D

Bipolar© [Completa✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora