Capítulo 10

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Terminamos en mi departamento, no tenía nada planeado. Giselle observa todo, desde mis posters de los Beatles, Muse y Nirvana hasta recorrer con la mirada mi cuarto entero.

—Ya vuelvo. —Me acordé que tengo un pedazo de pastel de chocolate en la nevera—. Feliz cumpleaños. —La miré desde el umbral provocando una sonrisa tímida en sus labios.

—Soy un desastre comiendo chocolate.

—No importa —dije sentándome en el suelo frente a ella.

Contemplé cómo come sentada en mi cama frente de mí. Ella me hace sonreír como un idiota, y eso no está entre las expresiones que frecuenta mi faz.

—¿Qué tanto me miras?

—Es que tienes chocolate aquí. —Me acerqué y con el pulgar limpié su mejilla delicadamente, y luego ese mismo dedo lo llevé a sus labios sintiendo la textura, no conforme con eso decidí acercarme embrujado por su belleza.

La besé. Lento y con intensidad disfrutando cada roce. Dejo el plato en el suelo sin dejar de besarla, su boca sabe a chocolate. Se fue inclinando hacia atrás y me coloqué encima de ella como si nuestros cuerpos se comunicaran fluyendo entre sí, un brazo aguanta mi peso y con el otro acomodo su suave cabellera. Incrementamos la intensidad del beso y comencé a sentirla agitada debajo de mí. Le besé el cuello y jadeó, ese sonido me volvió loco. Acarició mi cabello posicionando su mano detrás de mi cabeza mientras sigo disfrutando saborear su cuello. Toqué su pierna y fui subiendo su vestido, le toqué por encima de su ropa interior y gimió más lamiendo sus labios. Está mojada, está muy mojada.

Me sorprendió cuando desabrochó mi pantalón.

—¿De verdad lo quieres? —La miré.

Ella asintió.

Le quité sus braguitas y me puse de pie delante de ella. Bajé mi pantalón con todo y bóxer y de inmediato se hizo notar mi miembro erecto.

—Un segundo. —Me coloqué el condón con acostumbrada agilidad.

Giselle retrocedió hasta quedar en el centro de la cama, le subí más el vestido y estando medio desnudos hice que abriera más las piernas para mí.

—Quiero que me lo digas —dije agitado en sus labios, inclinando la pelvis, sugerente.

—Quiero que me lo metas.

Ella grita. No puede ser.

¿Virgen?

Espero a que se acostumbre mientras la sigo besando, poco a poco se empieza a mover deseando más. Empiezo a embestir con más y más fuerza. Está tan mojada, y no para de gemir.

—Ariam...—gime entrecortado.

—¿Dime?

—Desnúdame.

De inmediato la tomo por la cintura y la levanto hasta quedar de pie. Le quito el vestido con vehemencia y la contemplo desnuda, tímida.

—Eres hermosa.

La empujo hacia atrás y cae suave entre las sábanas. Lancé mi camisa a un lado, siento su cuerpo completamente desnudo chocando con el mío. Gime fuerte, no deja de gemir mientras se lo saco y lo meto una y otra vez. Hasta escuchar su último gemido y una tremenda ola de placer recorre mi cuerpo, nos detenemos, y el único sonido es el de nuestras respiraciones rápidas como si nos faltase el aliento.

Bipolar© [Completa✔️]Where stories live. Discover now