CHAPTER 016

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Kimberly saluda a todos y sigue a Tony y Steve hacia fuera de la habitación. Sam sonríe con esperanza.

- Bueno, tenemos una sala de entrenamiento en el piso de abajo y allí podrás mostrarnos todas tus habilidades - le va diciendo Tony mientras caminan pisos abajo. - Que bueno que estés con tu traje, ¿lo has diseñado tú?

- No - niega ella mirando de reojo al Capitán. - Me lo han dado en una lucha que gané, pero creo que está bien para mí.

- Si te quedas, te lo cambiaremos - sigue el señor Stark pero Steve le dirige una mirada de advertencia. - Es decir, no cambiaremos el diseño sino que el material. Para que sea más fuerte y mejor para ti.

Kimberly asiente todavía sonriendo y Steve admira su entusiasmo.

- Así que... - dice Tony abriendo la puerta. - ¿Tienes más o menos treinta y...?

- Treinta y tres - completa ella asintiendo asombrada. - Wow... Hace mucho no pensaba eso... Es decir, para mí tengo quince años.

- Y los tienes - le asegura el Capitán.

La sala está distribuida de la manera perfecta: es un espacio totalmente blanco, con la altura indicada para combatir y tiene un lugar donde puedes tomar armas, además de bolsas de boxeo y un ring.

- Como sea, ¿empezamos?

- Claro, señor Stark.

- Tendrás que pelear con unas armaduras mías que diseñé para esto, no te preocupes si ellas están bien, puedes romperlas. Y, no te olvides, confiar en ti.

Kimberly le asiente a Tony mientras Steve se mantiene a un costado. La rubia se prepara extendiendo sus manos cuando las armaduras aparecen. No los defraudarás, Kim, se dice a ella misma respirando hondo. El primer rayo electromagnético sale de sus manos y golpea a una de las armaduras. Se acerca a una de ellas y lo golpea en el pecho dando una vuelta por todo su cuerpo hasta que, sin pensarlo, le rompe la cabeza. Tony le hace una seña de que no pasa nada y ella esquiva un golpe de la siguiente armadura. La toma y lo revolea con fuerza para abajo para luego dispararle varias veces.

- Creo que te vamos a tener que poner un desafío más grande, ¿verdad?

Entonces Tony se cambia para ser IronMan y el Capitán América tira su escudo a Kimberly. Ella abre los ojos como dos platos para luego dar un salto y esquivarlo en el aire.

- ¿Pero qué...?

Aunque después de unos segundos, el escudo vuelve a la rubia y la golpea en la frente haciéndola caer de espaldas. Tony larga una carcajada y ella se agarra la cabeza. Extiende una mano hacia Tony y hace que el rayo electromagnético le pagara en uno de sus propulsores dificultando su vuelo.

- Viernes, apaga la aviación, quiero golpes máximos - habla Tony hacia su armadura.

- Lo siento, Kimberly - se disculpa el Capitán al ver a la adolescente con una marca en su frente.

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