CHAPTER 057

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Lo que pasó al día siguiente fue esto: Bruce había intentado crear la máquina del tiempo con ayuda de Scott, quien los condujo a Kimberly, Natasha y Steve hacia el lugar donde había despertado luego de estos cinco años

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Lo que pasó al día siguiente fue esto: Bruce había intentado crear la máquina del tiempo con ayuda de Scott, quien los condujo a Kimberly, Natasha y Steve hacia el lugar donde había despertado luego de estos cinco años. Y encontraron una camioneta en la cual Antman podía entrar a través de una máquina que había creado el padre de su novia.

No funcionó. Scott fue quien lo probó y Kimberly se quería reír cada vez que aparecía en forma de niño, bebé o anciano; pero al mismo tiempo, se le estaba yendo la esperanza que poseía.

Un día más tarde, Kimberly y Steve se encuentran sentados en el borde de la calle, frente al Cuartel de los Avengers. Ambos se quedan viendo el paisaje. Siempre fue un buen lugar para tomar aire y relajarse ya que está ubicado lejos de toda la multitud.

- ¿Ese es...? - quiso preguntar Kimberly pero se atraganta con su propia saliva.

Steve mira hacia adelante. Tony está llegando con su auto negro y su traje bien vestido. Los dos rubios se incorporan y se sorprenden mucho cuando Ironman baja del auto y se los queda mirando unos segundos.

- ¿Por qué las barbas largas? - cuestiona, alzando sus cejas. - ¿Se convirtió en un bebé?

- Además de otras cosas - afirma Steve.

- En lugar de empujar a Lang en el tiempo, acabaron empujando el tiempo hacia Lang.

- ¿Que estás haciendo aquí, Tony? - le pregunta la adolescente de forma inmediata. - No has venido hace cinco años.

- Solo quería venir a comprobar si hicieron una catástrofe, igualmente creo que alguien les había avisado...

Kimberly lo mira con cara de enojada.

- Tú lo hiciste...

- ¿Yo? ¿En serio? - finge sorpresa Tony. - ¡No me digas!

Ella niega con la cabeza pero el morocho la toma de los hombros para abrazarla de costado.

- He venido a ayudar - le dice. - Me necesitan, ¿verdad?

Kimberly abre los ojos como dos platos y una sonrisa repentina aparece en su rostro.

- ¿De verdad? ¡Gracias, gracias, gracias!

Lo abraza con fuerza mientras que Tony palmea la espalda de su viejo amigo.

- Solo quiero paz - dice Tony, haciéndoles la seña con sus dedos. Y ahora se dirige a Steve: - Resulta que el resentimiento es corrosivo y lo odio.

- Yo también - concuerda él, asintiendo.

- Es importante encontrar las gemas pero tengo que decirles mis prioridades: recuperar lo perdido, yo espero que sí; conservar mi presente, obvio, a toda costa. Y sobretodo, no morir en el intento.

Kimberly no es una persona que le tema a muchas cosas. Es más, de pequeña, lo único que le asustaba era la muerte. Con el paso de los años (en especial, estos cinco años después del chasquido), ha superado ese miedo. Han desaparecido muchas personas a las que ella ama y ahora no le importa mucho pensar en lo que pasará luego de la muerte. Solo quiere recuperar a sus padres, amigos y a Peter.

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