CHAPTER 028

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Un rato más tarde, Tony lleva a los dos adolescentes al Cuartel General de los Avengers donde se encontraría con Vision y Wanda, quien está muy exhausta. Peter abre la boca emocionado al ver cada detalle del Cuartel y su mejor amiga sonríe a su lado. Rhodey fue atraído por las emergencias y ya se halla allí.

- Quédense aquí, iré a ver cómo está Rhodey con Vision - les dice Tony con un suspiro a los adolescentes. Ellos asienten con seguridad. - En un rato los llevaré a sus casas.

Tony se aleja junto al androide y Kimberly se gira para mirar a Peter.

- Me da gusto estar en Nueva York de vuelta - sonríe zapateando el piso. - Y, al decir verdad, también extrañé la escuela.

Peter titubeó unos segundos y no dice nada. La rubia frunció el ceño. Nota que su mejor amigo está nervioso y que hay algo que debe decirle. Toma su mano y lo guía unos pisos arriba, rompiendo las órdenes de Tony. Peter ríe por dentro y se muerde los labios. La adolescente abre su habitación que comparte con Natasha y se la muestra al morocho con una inmensa sonrisa.

- Aquí es donde he pasado mi mes y algo - le cuenta mirando alrededor. - Con la Viuda Negra.

Peter sigue callado pero no es porque no quiere hablarle a su mejor amiga, sino porque no tiene nada interesante para contarle. Abre la puerta deslizante e invita a Peter a salir al balcón. Desde allí, pueden ver la hermosa ciudad de Nueva York frente a sus ojos. El atardecer resplande en el cielo y ambos se apoyan en la baranda para mirarlo y sonreír.

- Estoy agotada - dice ella largando un suspiro y mira al morocho. - ¿Estás bien?

- Todo esto... - habla por fin mirándola a los ojos. - Fue fantástico, enserio... Estuve en una pelea con los Avengers, contigo... Yo... - se queda observandola un rato mientras que Kimberly le sonríe. - Te quería pedir perdón otra vez... Fui muy mal amigo contigo pensando que estabas de fiesta y que no te importaba...

- Ya pasó, Pete...

- No, no pasó - niega él con una sonrisa. - Kim, yo temía a que la pasaras tan bien aquí, con todos ellos, con tu ídolo, con nuevas aventuras... Me asustaba la idea de que te fueras para siempre.

Kimberly tuvo la intención de decir algo pero no encuentra las palabras.

- Nunca me iría para siempre si no es contigo - le confiesa la rubia con el corazón a toda velocidad. Peter abre los ojos como dos platos tanto feliz como confundido.

Ninguno dice nada pero se acercan más uno al otro.

- Creo que solo estaba celoso, tenía una cierta envidia - continúa el morocho. - Se supone que debía estar feliz y yo...

- Peter, - lo interrumpe Kimberly arrastrando su mano por la baranda para tomar la de su mejor amigo. - te quiero, ¿okay? y eso, ni el tiempo, ni las peleas, ni las discusiones, ni los celos, ni nada, ni nadie lo cambiará.

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