CHAPTER 071

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Peter, con todas sus fuerzas, ayudó a Kimberly a subir al tren que los había atropellado. Ella quedó totalmente inconsciente, pero Peter se mantuvo despierto para salvarla. Entraron por la ventana y el adolescente acomodó a su mejor amiga para que descanse. Lo alivió escucharla respirar, la rodeó con sus brazos y se durmió.

Ahora se encuentran encarcelados en quién sabe dónde. Kimberly abre los ojos y lo primero que puede ver es que tiene sobre ella una camiseta naranja. Está apoyada contra la pared y le duele mucho la cabeza. Tres hombres la están observando con los ojos bien abiertos y ella se espanta al ver que tienen pintado en la cara la bandera de Holanda.

- ¡Peter! - exclama la rubia, al verlo dormir sobre el hombro de uno de los hombres. Él se sobresalta al escuchar su nombre y Kimberly va hacia él, tomándolo del rostro y viendo todas sus lastimaduras. - ¿Estás bien?

- Sí... - suspira con felicidad al verla despierta. - Tú... ¿No te has hecho daño? - pero luego ve como le sangra los labios.

- No es nada, tú estás peor - ríe y no sabe por qué, pero él sonríe. Ahora se dirige hacia los hombres vestidos de naranja. - ¿Dónde estamos?

- En el Centro de Detención Municipal.

- Dijeron que los encontraron inconscientes en la estación de trenes - continúa otro. - Muy peligroso.

- Y les dimos las camisetas porque parecían tener un poco de frío - habla el tercero.

- Gracias.

Kimberly se percata de que ella y Peter siguen con el traje negro que les dio Nick Fury, pero no tienen su máscara.

- Hablan muy bien el inglés - comenta el adolescente.

- Bienvenido a los Países Bajos.

- ¿Estamos en Holanda ahora mismo?

- Sip.

Los dos mejores amigos se miran por dos segundos para luego incorporarse, acercarse hacia la reja y comenzar a gritar:

- ¡Guardia!

- ¡Saquenos de aquí!

- El guardia está en un descanso - mencionan los hombres. - Probablemente hablando con su esposa.

- Sí, está embarazada.

- ¿Sí?

- Sí.

Kimberly ignora la conversación y se adelanta a la cerradura. No tuvo que utilizar sus poderes para romperla porque ya estaba abierto.

- ¡Vamos! - lo toma de la mano a Peter.

Se detienen en la oficina del guardia y lo ven con la máscara de Peter puesta y la de Kimberly en la mano.

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