CHAPTER 047

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El Capitán América le comunicó a Bruce que ya estaría en camino. Banner le propone a Kimberly de pedir un taxi para dirigirse al Cuartel General de los Avengers. Ella acepta sin ninguna queja; toma su mochila donde la había dejado y agradece que tiene ropa para cuatro días más o menos y poder quedarse allí si se lo permiten.

- Pagaré yo, no te preocupes - le dice Bruce al ver a la rubia rebuscando en su billetera.

Ella lo mira por unos segundos y frunce el ceño.

- ¿Por qué estás ayudándome? Ni siquiera me conoces.

- Porque Tony habla maravillas de Marvel Girl y Spiderman - le explica con una sonrisa sincera. - Kimberly, no estás sola en esto. Podré ser Hulk, y estar enojado todo el tiempo, revolear cosas, no escuchar a los demás... Pero también soy Bruce y soy muy detallista en cuanto a los sentimientos de las personas, y sé que estás triste.

Kimberly le sonríe de costado y le dice:

- Steve me ha reclutado desde un principio y los Avengers me recibieron muy bien, ¿sabes? - le cuenta, sin apartar la mirada, cuando ya están en la puerta del Cuartel. - Me entrenaron, me dieron un espacio y me dejaron ser parte. El Capitán América siempre fue mi ídolo, siempre lo va a ser...

- ¿Se lo has dicho una vez?

- No, aunque sé que debería - asiente la rubia. - El punto es que, cuando Steve se fue junto a Bucky, Sam y Natasha, me quedé como... extraña - continúa y Bruce no entiende quién es Bucky, o Sam, pero la sigue escuchando. - No sé si sabías pero Tony y Cap se pelearon... Fue algo fuerte.

- ¿Qué? - se sorprende Bruce y se toma la cabeza. - ¿Cómo una banda? ¿Cómo Los Beatles?

- Sí - ríe ella pero vuelve a la seriedad. - Y yo me puse del lado de Steve, como es obvio ya que yo pensaba que tenía razón... - suspira y se muerde los labios. - Pensé que Tony no me perdonaría por no elegir su bando pero me siguió apreciando, supongo. Nos ayudó a mí y a Peter a encontrar quien de verdad somos, nos ofreció unirnos al equipo y nosotros lo rechazamos. No me preguntes por qué - se adelanta a decir ella cuando ve que Banner abrió su boca. - Solo sentíamos mucha responsabilidad. Y ahora que ambos: Tony y mi mejor amigo, Peter, se fueron... Siento que podría haber hecho más...

- Has hecho lo que pudiste - la calma Bruce cuando sus ojos se cristalizan. - Eres una adolescente, no te pongas todo el peso encima. Eres una buena chica, Kimberly, muy madura y muy responsable.

- Gracias por escucharme, Bruce.

Ambos deciden entrar por fin y una ola de nostalgia recorre el cuerpo de la rubia, haciendo que recuerde su primer día allí, su primer entrenamiento, su primera misión. Sonríe a pesar de todo y Bruce está muy asombrado por las mejoras que se les ha hecho al lugar. No hay tantas personas alrededor como solía haber antes de la Guerra Civil entre Capitán América y Ironman, así que se las arreglan para entrar a una oficina y encuentran a James Rhodes sentado en una silla, dando vueltas y jugando con una lapicera en sus manos.

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