Kimberly Danvers, hermana de la famosísima Carol Danvers también conocida como Capitana Marvel, se queda sola en la tierra luego de la explosión de la gema de espacio. Atrapada en sus poderes de electricidad, pasa 18 años congelada.
Salvada por Pet...
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- ¿Está todo bien? - pregunta Natasha entrando a la cocina. Pero cuando ve a la niña de quince años con lágrimas en los ojos, se acerca a ella. - ¿Qué ocurre?
Ella titubea un poco y se seca las lágrimas.
- Nada, nada... - miente y, con la intención de irse, se da la vuelta. - Déjame, Nat... Por favor.
- No, no lo haré - se niega tomándola de la muñeca y la hace mirarla a los ojos. - Si tengo que darle su merecido a alguien, lo haré.
Se gana una media sonrisa con los ojos llorosos de parte de Kimberly. Natasha la atrae hacia ella dándole un abrazo y le acaricia el cabello mientras ella llora.
- Mi mejor amigo... Él me dijo que no me preocupo por él y que los prefiero a ustedes y que siempre estoy ocupada y... - solloza y se suena la nariz. No recuerda haber llorado hace un montón de tiempo. Nunca llora. - Y le dije que no me vuelva a llamar porque él me estaba gritando...
- Oye, Kim, él se lo pierde. Si no le gusta que estés aquí, ¿qué vas a hacer eh? ¿Te vas a ir porque él lo dice? ¿Vas a complacerlo? No, no debes hacerlo. Por favor, no debes irte. No dejes que te haga sentir mal sin tu consentimiento.
- Pero es que él... Él es Peter Parker, él es mi mejor amigo... La persona de la que conozco hace casi diez años... Él me salvó y... - respira hondo y apreta los labios cerrando los ojos. - No voy a irme, ni loca. Aquí me quedaré hasta terminar lo mío y ya se le pasará, ¿verdad?
- Por supuesto, niña, confía en que sí.
De repente, Vision aparece por a través de una pared y dice:
- El secretario de estado ha llegado y el señor Stark me pidió que las buscara.
- Vision te hemos dicho que miles de veces aue no te aparezcas así - le reprocha la pelirroja.
- Lo siento, usaré la puerta.
Kimberly larga una carcajada para luego preguntar:
- ¿Quién es?
- Un hombre que a nadie le cae bien - le explica Natasha susurrando un poco. - No sé que querrá de nosotros esta vez, pero es malo.
Entran a la sala de reuniones y Kimberly puede ver a un hombre alto y rubio, de unos cincuenta y tanto años. Está parado frente a la mesa y no se ve nada feliz. Todos están allí y la rubia se sienta junto a Steve y Tony mirándolos sin poder entender por qué están tan nerviosos.
- Hace cinco años, sufrí un impacto - comienza a hablar haciendo con sus manos como si estuviera jugando al golf. - Y me me desmayé justo cuando iba a hacer mi swing. Esa resultó ser la mejor ronda de mi vida, duré trece horas en cirugía. Aprendí una cosa importante ese día más que estar cuarenta años en el ejército: perspectiva.
