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UN AÑO DESPUÉS

Italia

A pesar de prometer volver después de unos meses no pude hacerlo. Siento una presión en el pecho cada día desde que me fui. A veces hay noches donde lloro. Sé que Red Velvet todavía no acepta que me haya marchado pero lo comprende el porqué pero era hora. Su vida empezaba a establecerse y yo sentí que empezaba a ser otro estorbo.

Soy yo la que no encajaba

Pero ahora no me ha ido tan mal tampoco. Después de siete años logró tener una relación normal, o al menos eso parece, y tengo un empleo en otra cafetería. Ya empiezo a mejorar poco a poco. Lo que parecía imposible hace un año atrás ahora es distinto. Poner está distancia me ha sanado muchas heridas. Haberme escapado fue la mejor idea que tuve.

Estacionó el auto de Shawn, mi novio, delante de nuestra casa. Nos hemos mudado juntos hace dos semanas. Todavía no tenemos muchas cosas y estoy trayendo un microondas y un teléfono de línea.

Shawn es un joven policia que recién está empezando. No conoce nada de mi pasado y es algo que me ha gustado mucho al empezar de cero.

-Te dije que ya nadie usa los teléfonos de linea, Fran.

Ruedo los ojos.

-Bueno, a mi me gustan.

Está horrorizado. Pongo el teléfono en la mesa y él se queda mirándolo como si no pudiera comprender cómo se usa.

-¿Seguro que soy el mayor aquí? -me pregunta levantando el teléfono.

-Eso dice tu documento ¿No?

-Tengo miedo. ¡Esto es algo que tendría mí abuelo!

-Claro que si. Él me lo dio.

-¿Qué dices?

-Si. -Asiento para confirmarlo -Don Agustin me llamó esta mañana para ofrecerme ese teléfono. Es viejo pero funciona, me dijo, y así veré si mi nieto al fin me llama.

Se pone una mano en el pecho.

-¡Me has traicionado! -cierra los ojos y cae sentado en el sillón -Que dolor.

Quizás estoy cometiendo un error al mudarme con Shawn. Solo tenemos nueve meses juntos como pareja. Pero estaba tan sola, en un país desconocido, sin familia, sin amigos. Por un lado era positivo, podía empezar de nuevo, pero por el otro me asuste.

Mientras voy caminando a la cocina siento una presión en el pecho: las extraño. Me gustaría que supieran que estoy empezando al fin a vivir la vida. Quisiera que lo supieran. Apoyó las manos sobre la mesa de madera y miro a través de la ventana hacia la distancia. Tal vez podría llamarlas. Creo que ya es seguro.

-¿Estás bien? -pregunta, y me besa en la nuca.

-Si.

Shawn trae el microondas a la cocina y yo empiezo a meter la comida en la heladera. La trajo de su antiguo departamento, y aunque no lo quiere decir, es obvio que se lo dio su ex. No me importa. Funciona bien, es nueva todavía y no tenemos dinero para comprar una nueva. Me libere de una compra menos. ¿Qué importa? Pongo los cubiertos en su lugar, lavo las tazas y subo a nuestra habitación a cambiarme por algo más cómodo.

Al abrir el guardarropas veo la pequeña mochila negra que llevo desde hace siete años. Ahí tengo todo lo que necesito para huir rápido. La deje en un lugar fácil de agarrar, como vieja costumbre, pero es mejor que la cambie de lugar, Shawn puede verla. No es de esos pero lo prefiero. La agarró de las manijas y la metió dentro de una caja de zapatos que compre recientemente. Pongo las zapatillas debajo de la cama y al salir le pongo llave.

DONE FOR MEWhere stories live. Discover now