Después de mi conversación con Red Velvet, decidí todo lo que haría al día siguiente antes de irme. No quería estar en el mismo lugar que Jerry y las niñas, tampoco podía volver a Italia porque ahí estaban demasiado personas que me conocían, asique buscaría un nuevo rumbo en otro lado. Pensaba ir al Sudamérica o alguna parte de Asia y perderme por allí un tiempo hasta que estuviera segura que no me encontrarían. Red Velvet se sintió muy contenta por mi cuando se lo conté y me dijo que iba a buscar a sus parientes para conseguirme una nueva identificación para que pudiera salir del país sin ser detectada por Jasper. Fue la primera vez que la vi entusiasmada desde anoche, cuando le conté que me iría para siempre.
Antes de empezar voy a comprar una caja de tinte para el cabello y unas tijeras de cortar. No puedo ir a una peluquería de nuevo, no iba a gastar en tonterías ahora que estaba tan apretada de dinero, asique hice algo casero.
Busco algunos videos en internet para el corte de cabello, pero la internet es muy limitada por lo que lo dejo a un lado y solo corto las puntas hasta que quedo conforme. La parte del tinte es fácil porque tiene instrucciones y se me da bien seguir ese tipo de cosas.
Cuando acabo me miro al espejo y me evaluó: no esta nada mal. Hice un buen trabajo y se parece bastante a mi antiguo yo... aunque claro, con un rostro demacrado y más delgado que en el pasado. Las ojeras están muy marcadas como si hubiera recibido un golpe y mi rostro se ve muy palido.
- ¿Vuelves al negro? - pregunta al verme salir del baño.
Sacudo mi cabello con una mano y con la otra agarro la campera de la silla.
- Esta muy corto - dice.
Fingiendo que no la escuche, busco mis zapatillas y me siento en la cama.
- ¿Vas a ver tu hermano? - se inclina hacía adelante, agarrándose del almohadón debajo de sus piernas con ambas manos - Deberías cambiarte, Venecia. Si te acercas con ese aspecto se puede asustar...
Ese mocoso correría si me ve...
Algo muy peligroso para él, o para mi en mejor de los casos, jamás se fijaría en alguien que no sea el mismo. El idiota nunca mira para atrás cuando camina y tampoco mira a nadie que no lleve falda minúscula o tenga ese olor a ricachón a diez kilómetros. Eso lo pone en la mira de personas peligrosas por ser una presa fácil. Pero, no puedo culparlo, vivió en un mundo de algodones desde que aprendió a caminar y sigue sin salir de esa burbujita de oro por lo que no tiene nada de que temer. Por eso camina tan tranquilo.
"Si quisiera matarlo sería fácil"
Cuando vigile a su papá vi que llevaba guardaespaldas a todos lados todo el tiempo. Siempre miraba por detrás cuando caminaba y se manejaba en una camioneta que tenía los vidrios poralizados. Liam no tiene nada de eso, maneja un deportivo amarillo y va sin custodia a ningún lado, a diferencia de su novia y la mayoría de sus amigotes. Tampoco vi que nadie lo vigilara desde las sombras, el caso de algunas amigas que tuvieron que lidiar con ese tipo de protección, ya que si no tendría encima a alguien hace mucho.
- Ni siquiera las palizas de Suzanne te quitaron ese aire de niña rica, ¿Qué te paso? - pregunta con melancolía - Ni siquiera te ves como tu.
A los dieciséis tener el cabello largo era símbolo de glamur, pero ahora soy otra persona asique me da igual como lleve el cabello. Ese tiempo donde me preocupaba hacerme rizos, pasarme la planchita, usar brillos o ponerme determinados productos para cuidado corporal ya quedaron atrás.
Una sonrisa tironea de mi labio tratando de formarse una sonrisa por su comentario... enseguida muriendo antes de intentarlo.
- ¿Y como me veía antes?
Ella baja la cabeza y no responde.
Cuando salgo del departamento ya es medio día y hay muchas personas caminando. Ayer escuche que mi hermano se iba a quedar con su novia para ir a la fiesta del bebé de Zack, pero dudo mucho que vaya a ir. He notado que no solamente es un alcohólico, si no también un mentiroso y que cuando promete algo a Beatrice, o a su otra novia, suele cambiar de opinión rápido.
"Que diría mamá si supiera que no cumples con lo que prometes"
El autobús me deja a diez cuadras de la zona donde esta su escuela, mi antigua escuela de hecho. No quiero ir, me trae muchos recuerdos, por eso lo espero en la parada y espero hasta que aparece.
-... tu mamá hablo toda la noche con la mía, ¿Por qué no me dijiste que ibas a decirle que te quedarías en mi casa? Mi madre ahora sospecha de mi, Liam.
