Vanesa se da la vuelta y mueve el dedo al lado de su cabeza.
-No sé que estás tramando con Azusa pero no creo que quieras meterte ahi. Él no es como El Jefe, Fresa.
La sigo en silencio. Vanesa era muy rápida y siempre era bastante lista. No va a ser fácil pero creo que puedo usar su mal estado físico como una ventaja y una vez en que logre reducirla podría rodear su cuello con el brazo, agarraría su cabeza con una mano y luego...
Se da la vuelta.
-No quiero decirle al Jefe lo que estás tramando, Fresa. Quiero que confíes en mi...
-¿Como Suzanne? -pregunto de manera casual.
Su rostro se pone verde. Vaya, si menciono a su antigua dueña parece que se siente mal.
-No, gracias, Vanesa... Mejor sola que mal acompañada.
Se ruboriza.
-Suzanne no era como tú piensas, Fresa. Ella no se merecía la lealtad de nadie.
-Sé bien quien era Suzanne, Vanesa. No necesito que me cuentes detalles irrelevantes.
Tuve que lidiar con esa arpía por casi tres años.
Acaba de amenazarme con ir y contarle todo a Jen sobre Azusa. Lo último que debería estar haciendo es desafiar a Vanesa. Sin embargo estoy enfadada por su atrevimiento. Es increíble que después de todo lo que hizo, dijo de mi y de Misty se atreva a pedirme ayuda. Incluso me acababa de decir que quiere a mi hombre.
Si una mujer viene y te dice que se acosto con tu hombre y que encima, como si fuera poco, no siente arrepentimiento por que le gusto y lo quiere... es un atrevimiento enorme. Me doy la vuelta. Se está riendo en mi cara.
-Ayudame o puedo hacerte la vida muy difícil. -me amenaza.
Me paso la mano por el pelo rodando los ojos. ¿Y me amenazas?
-Te cogiste a mi hombre mientras estaba al lado, me pides ayuda para salir de aquí, me confiesas que lo quieres y ahora me amenazas...
Debes ponerla en su lugar
Esa maldita voz dulce susurrandome hacer cosas malas. Siento esa corriente recorrer mi cuerpo y aprieto los ojos. Cierro los ojos y respiro hondo. Mi subconsciente trata de decirme que esto es incorrecto, que Vanesa no debe decirle nada a Jen y que hay tratar de llevarnos bien con ella. Es lo mejor. Si. Es lo mejor que puedo hacer. Se acosto con Jen y te dijo que lo quiere... ¿Te parece poco? Se está riendo en tu cara.
-No sé que vio Jen en ti.
Abro los ojos y me pongo tensa.
-Vi como te trata y todo lo que hizo por ti. Es que no lo mereces... ni siquiera eres más guapa que Suzanne. Eres linda, si, pero no tiene como ella. ¿Como es que perdí contra alguien como tú? Eres una virgen estirada con aires de grandeza... ¿Que vio en ti?
¿Que vio en mi?
El corazón empieza a latirme más y más rapido y siento como una fuerte descarga de adrenalina me recorre el cuerpo. Aprieto los dedos contra la palma de la mano.
-Mira, cariño, este tipo de tonterías es la razón por la que Jen me eligió a mi y no a ti. -le digo en tono agresivo señalandola primero a ella y después a mi. -A ver ridícula si te enteras, que su mujer soy yo y no tú, asi que vete con tus celos y tus confesiones de amor a otro lado.
-Él debería haberme elegido a mi. Yo lo quiero de verdad. -susurra.
Antes de que pueda pararme y pensarlo dos veces, estiró el codo hacía atrás, ladeo la muñeca y golpeo con el puño cerrado su boca.
