Me dejo caer al suelo y pongo las rodillas contra mi cuerpo
-Ese fue un golpe bajo -susurro mirándo sus ojos -Eso fue traición.
Jen está sentado en el borde de la cama con piernas abiertas y las manos apoyadas detrás. Odio lo guapo que se ve, tan sensual y como todo el hijo de puta profesional que es. Jen sonrie de lado y se encoge de hombros.
No sé que espero que responda si jamás lo ha hecho.
-Nunca te voy a perdonar - desvío la mirada y trato de concentrarme en algo distinto -asi que si esperas de mi algo más pierdes tú tiempo: me voy a quedar aquí pero no pienso compartir la cama contigo ni tendré sexo contigo -hago una pausa -a no ser que me obligues.
Jen aprieta los labios, que se conviertan en una fina linea, y cuando se levanta me pongo de pie para intentar huir antes de que me agarré, pero como si supiera lo que estoy pensando, se apresura a mi, pone las manos en la pared a cada lado de mi cara y pienso que va a besarme pero esconde su cara en mi cuello y inspira profundamente contra mi piel.
-¿Que te obligue dices? -pregunta con calma, recorriendome con una mirada intensa.
Siento esa familiar tensión en mi vientre y mi cuerpo suplica por una caricia, giro la cabeza y su nariz roza la mia.
-¿Segura, Nena?
Se muerde el labio inferior y veo una sonrisa tirar de la comisura de su boca.
Se ve tan sexy
-Te dije que estaba fingiendo... ¿Quién podría excitarse con un pervertido como tú?
-¿Seguirás con eso? -sonrie de oreja a oreja -mmm... parece que llego el momento de hacer algo al respecto con esta boca tan irrespetuosa.
Nos miramos el uno al otro, desafiantes.
Mierda. Sus ojos me miran llenos de lujuria y cuando su boca me reclama solamente lo correspondo sin pensar, su lengua se enrieda con la mia y se enroscan, mientras sus manos me agarran de las caderas. Tiro la cabeza hacía atrás y lo miro.
-¿Que paso, Jen? -pregunto -¿Te jode saber que no me gustas tanto como creíste?
Me agarra por el pelo con una mano y niega con la cabeza.
-Si, me parece que debo castigarte, Fresa. Esa sera la unica forma en la que vas a aprender a dejar de mentir y a ser más respetuosa con tu hombre.
Mi cuerpo se tensa
-¿Te piensas que te tengo miedo?
Vuelve a negar.
-Si fuera asi esto no sería tan divertido -murmura. -¿No te parece?
Siempre con lo mismo.
-¿Sabes, Fresa? -su voz es baja mientras mueve mi cabeza de un lado a otro, tirando de mi cabello con fuerza -Antes de conocerte tan intimamente ya no estaba interesado en ti. -baja la vista a mis pechos -eras una mocosa engreida que se pensaba que hablaba de manera educada pero te miraba con una insolencia insoportable.
Respiro hondo.
-No tienes ni la menor idea de lo que tuve que hacer para evitar que te destrozaran la primera semana.
Me imagino que fue por que me necesitaba para su mercado y no que fue un acto de generosidad. Jen me vuelve a besar pero esta vez le muerdo la lengua y me engancho en su labio superior hasta que puedo saborear su sangre. Jen aprieta los labios, en una linea fina, y lentamente se lame el labio inferior. Sin ninguna advertencia, levanta la mano y me pega un cachetazo.
