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Cuando abandone su casa esta mañana sabía que no sería la ultima vez que lo iba a ver. No era algo que tuviera planeado, iba a hacer lo contrario, pero tuve que cambiar porque si no solo lograría alertar a Jerry de lo que intentaba y sería peor.

Además, eso permitiría que vigilara a las niñas y me asegurara de que no se metería en problemas en mi ausencia. No es que no confiara en él como padre, porque sabía que haría un trabajo excelente por el tipo de hombre que era, pero su vida había dado una giro de ciento ochenta grados de un día para otro. Su mente y su corazón ya no eran las mismas de antes y sabía bien que sentía en este momento y que podía hacerle todo eso a uno. Tenía que quedarme para evitar que derrapara.

– No las estoy abandonando. En realidad estoy cumpliendo con lo que me pediste – Sin embargo, no podía evitar sentir que le estaba fallando a ella. Me había pedido que me quedara y cuidara de su familia en su ausencia, pero los dejaba atrás.

Pero ya es tarde para cambiar las cosas.

Sé que no tengo lugar en el mundo real y que debo tratar de irme ahora que puedo para evitar que mis demonios sigan lastimando a otras personas. De esa manera me aseguraré que tengan la libertad y la seguridad que nosotras no pudimos tener.

– Le dije que iría a buscar a Jasper y que se lo iba a traer para que acabara con sus propias manos con él.

Como si eso fuera tan fácil… ni siquiera debe imaginarse lo que significa tener una vida entre tus dedos y acabar con ella.

– Misty, no sé por cuanto tiempo voy a lograr engañarlo hasta que se de cuenta, pero espero que se olvide de buscar venganza, porque enserio, tengo miedo que le haga daño a las niñas y que todo termine como la ultima vez.

Al menos sé que tendré la consciencia tranquila si algún día ellos deciden venir por mi porque estaré muy lejos de los que amo.

– Cuando tenia diez años fuimos de vacaciones a España durante el verano. Nos quedamos en una casa que alquilo mi padrastro por veinte días. – Doblo las rodillas y las abrazo contra mi pecho – Frente a mi ventana tenía una vista increíble y de noche podía ver las estrellas desde el balcón.

Tengo muchos recuerdos de los viajes que hice cuando era una niña, pero sin duda España es el lugar al que quisiera regresar si pudiera. Fue como si estuviera viviendo un cuento de hadas. Me gustaba la comida, las personas eran divertidas y todo era de miles de colores. Quisiera que las niñas vivieran esa experiencia y que fueran el doble de feliz de lo que yo fui. Además, cuenta con la protección de que estará a miles de kilometros de aquí y que no las van a encontrar.

– Buscaré a mi madre y le pediré un préstamo para llevarlos a los tres a España. Sé que parece que las estoy alejando de ti, pero será poco tiempo… Veré la manera de llevarte con ellos pronto.

No dudo de que Jerry sabe que estoy aquí, he estado viniendo desde que nos dejo, pero me iré pronto porque no quiero que venga y me haga más preguntas sobre lo que planeo hacer con Jasper. Temo flaquear y contarle que todo lo que le prometí era mentira.

Decirle adiós es la cosa más dura que me haya tocado en la vida, y es peor porque no sé cuando volveré.
Respiro hondo, preparándome, cierro los ojos y tiro la cabeza hacía atrás… se me forma un nudo en el pecho y un gemido se me escapa de los labios…

– Hasta luego, Misty.







Creo que una de las razones por la que nunca vine fue porque temía lo que podría llegar a encontrarme si tomaba la decisión de buscarlos. Aunque, ahora que lo pienso, creo que siempre se trato de un miedo más grande del que parecía… un miedo a no poder perdonarlos nunca.

Y es tonto que me sintiera así. Digo, lo que me hicieron era imperdonable, pero si, una parte de mi siempre tuvo miedo de que si los veía y sabia que eran felices pese a lo que me hicieron me sentiría peor. Tal vez se debía a mi parte infantil que me negué siempre a abandonar, esa parte de mi que todavía esperaba que mis padres me fueran a buscar y me rescataran de esa Casa, y que por eso todavía no les cerré la puerta para siempre. Y no sé porque… si al final no me hizo sentir feliz.

Mi estomago se revuelve.

¡Que ridícula que soy!

Vi tanta sangre, tanta inmunda… y cuando veo este lugar creo que es lo más asqueroso del mundo.
Aprieto mis puños, la ira y el odio creciendo en mi pecho mientras siento que apenas puedo respirar. Es una mansión de tres pisos, grandes muros y rejas rodean la propiedad mientras unas cámaras vigilan a cualquier persona que pase frente a su calle. Incluso tienen un chofe cada uno, varios autos de alta gama y más de diez empleados.

Mis ojos están clavados en el suelo mientras aprieto más fuerte mis puños.

Ellos están muy lejos de mi mundo. En este lugar no hay tristezas y jamás hay despedidas… ellos no conocen lo que es el hambre, el frio, el dolor ni jamás sentirán lo que es tener que arrodillarse para que te dejen vivir o que es perder la dignidad. Nunca sabrán lo que es perder a alguien amado injustamente. Nunca van a saber que es vivir cada maldito día de su vida con miedo. Nunca van a mirar por encima de su hombro con temor, cuidaran sus palabras o tendrán que matar.

Porque eso ya lo hice yo.

Para que ellos tuvieran todo esto.

Para que su mundo de fantasía no se desmoronara.

Sacando las cámaras y los muros no cuentan con ningún tipo de protección, las rejas no están electrificadas, no tienen seguridad vigilando la entrada y tampoco detector de movimiento. Tiro una soga hacía el otro lado y luego empiezo a trepar despacio el muro rápido y tan silenciosa como se puede.

Ella siempre fue fanática de las flores, un rasgo que lamentablemente herede, asique a mi alrededor miles de margaritas me rodean.

Hago como si no viera nada y sigo hacía adelante, entre las miles de flores a mi alrededor logro guiarme a mi misma hasta la puerta. Estoy pensando que es una mala idea haber venido, cada segundo en este lugar es como una tortura y se parece mucho a lo que viví en la Casa. Me siento rodeada y como si me asfixiara. Pero debo recordarme que no hago esto por ellos, o por mi, si no por Misty, la única persona que de verdad valió la pena en mi vida y que ame con todo mi corazón. Ella fue mi hermana y mi mejor amiga. A diferencia de estas personas, me cuido y me protegió

No sé porque penaban que tener grandes muros iba a protegerlos, pero esto no se termina acá porque también dejaron la puerta trasera abierta. Nunca me había detenido a pensar en lo confiada que era cuando vivíamos juntos. ¿Siempre fue así? Es peligroso y estúpido.

No, digo idioteces… ellos no tienen tiempo para preocuparse por esas cosas. Yo temo porque cuando viví en la Casa tenía que cuidarme de que no entraran los guardias mientras dormía o cuando viví fuera que ningún hombre intentara aprovecharse de mi por ser una mujer viviendo sola.

Soy una idiota.

Ellos viven en otro mundo.

Uno donde esas cosas no pasan.

Todo esta demasiado oscuro pero de cualquier manera puedo ver todo el lujo que los rodea. Estatuas, cuadros, azulejos brillantes donde puedes ver tus reflejos al caminar… una larga escalera de escalones rojos con una linda alfombra roja que sube hasta la planta superior. Una bonita mesa con un florero de porcelana y flores recién cortadas en el vestíbulo. Poca iluminación entrando desde las ventanas que llegaban del suelo hasta el techo. Observé el lugar al que algún vez llame hogar.

Después de mucho tiempo, al fin volvía a casa.

Recordé ese día en el que suplique que me dejarán regresar y que a cambio no diría nada… no fue a propósito. Aunque eso era lo normal considerando el lugar donde me encontraba. Aquí había tantos recuerdos que sería imposible que no me pasara nada mientras estuviera aquí.

Cierro los ojos.

Empiezo a subir por las escaleras, vigilando a mi alrededor que no aparezca ningún empleado ni mi hermano o ella. Conozco cada parte de esta casa asique sé a donde tengo que ir sin tener problemas con la oscuridad. Me deslizo por un largo pasillo hasta encontrar las escaleras de nuevo y cundo llego a la ultima planta busco la oficina de mi padrastro.

Pa… mi padrastro solía dejar su oficina con llave cada vez que no estaba ocupándola. Antes no supe porque era tan obsesivo pero hoy ya sé que escondía. Pero ahora las puertas corredizas están entreabiertas y se ve por una pequeña rendija el viejo escritorio de caoba de pap… de mi padrastro.

Si estuviera vivo seguramente sería castigada por entrar sin permiso.

Echo un vistazo antes de entrar y después cierro detrás de mi.

No quiero perder demasiado tiempo en este lugar asique atravieso rápido su oficina y busco su caja fuerte. Como la mayoría de las personas, lo escondía detrás de un cuadro. Bajo la pintura que su papá, ya no puedo decirle abuelo, y la pongo en su silla.

Me pregunto que diría de mi si entrará ahora mismo y me viera tratando de robarle. Seguro diría que esta no fue la manera en la que me crio y que se siente muy decepcionado de mi, que yo soy una sucia ladrona y que no merezco llevar el apellido Wilson, que arruinaba su reputación y me castigaría.

Dudaba mucho que ella hubiera cambiado la contraseña después de que murió. Así como sabía quien era el favorito entre nosotros y que números abrirían la felicidad de las niñas y de Jerry.

Era el cumpleaños de mi hermano.

No me sentía triste por eso.

Ya no competía por su atención, ya había comprendido que él no me quería

Sin mirar lo que había adentro, abrí la mochila y empecé a cargar todo dentro rápidamente. Logre entrar, lo que fue inexplicablemente sencillo, y ahora tenía que irme antes que nadie me viera.

Al cerrar la caja fuerte me giro dispuesta para irme cuando veo las fotos que hay en su escritorio y me congelo.
Se trata de una foto de nosotros dos cuando tenía trece años. Yo estoy en las sillas del comedor mientras en mis manos sostengo un premio que me gane, no recuerdo de que era porque paso hace mucho, mientras él me abraza por detrás con una gran sonrisa.

No es una sola.

Porque hay muchos momentos compartidos.

No quiero mirar.

Paso la mochila por mi hombro rápidamente, acomodo el cuadro en su lugar y me apresuro a abandonar la oficina antes que alguien me encuentre.

– ¡Aquí estas! – grita la voz inconfundible de mi madre.

Dejo de caminar y me quedo parada en medio del pasillo, helada.

DONE FOR MEWhere stories live. Discover now