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Me apoyo contra la pared y cierro los ojos. En este tipo de momentos siento que necesito a Misty más que nunca, entre las dos podríamos idear un plan o me diría que es lo que debo hacer con Penélope.

La última vez ella quería que la asesinaras , me recuerda mi subconsciente con malicia, burlándose de mi. Eso es cierto: Misty se enfado mucho porque la deje vivir y después le supliqué a Jen que la salvara de morir desangrada. Ella estaba segura que Penélope encontraría la manera de traicionarnos. Sin embargo, Jen logro que Penélope sobreviviera y la mantuvo con vida todo este tiempo.

Hasta ahora... Ahora que sé la verdad ella es un estorbo en "nuestro camino". Mierda. Piensa que va a solucionarlo.

No puedo volver arriba. Él me estará esperando y nuestras peleas siempre terminan igual. No voy a permitir que me manipules, Jen.

Con la desición tomada, salgo del cuarto de la piscina y camino en linea recta. Al principio no sé a dónde deseo exactamente llegar, pero antes de que me de cuenta estoy atravesando la puerta de emergencia de la zona VIP. Camino en linea recta por el pasillo de paredes oscuras. De la nada, un brazo sale por una puerta y se engancha a mi muñeca.

Veo a un hombre de traje negro mirandome, con las manos en los bolsillos delanteros del pantalon.

-Tú -digo, reconociéndolo.

Sonríe de oreja a oreja.

Mierda... ¿Ahora que haré? Este tipo me vió ¿Que voy a hacer si le dice a Jen?

-Hola -responde tranquilamente -Penélope.

Ay, odio ese nombre y no tienes la menor idea de cuánto ¡Maldita sea! ¿Porque tuve que usar el estúpido nombre de esa zorra traidora?

Saca una mano de los bolsillos del pantalon y me la ofrece. Alargo mi brazo para estecharla pero, entonces, el encierra mis dedos, sube mi mano y besa en mis nudillos.

-¿A que se debe su inesperada visita? -Pregunta, hablando contra mi mano.-pense que mantendrías tu distancia para evitar malentendidos entre nosotros.

Le mire sin saber que debo responder.

-Sigo sin querer que te enamores de mi, Azu. -le respondo con mirada recelosa -¿O es que ya has caído?

Suspira.

-No tienes la menor idea. Ya cai.

Trata de mostrar una expresión seria pero al final sonríe y termino imitandolo.

-En ese caso, supongo que sera mejor que mantengamos la distancia, Señor Azusa, por que me temo que al final le romperé el corazón.

-¿Su corazón ya tiene dueño, señorita Penélope?

El corazón de Penélope tiene dueño, claramente, pero el mio solamente me pertenece a mi.

-No es necesario que mi corazón tenga dueño para que rechazarlo, Señor Azu.

Sonrie y asiente.

-Buena respuesta. -murmura.

-Pero si ya cayo no me queda más que decirle que no deseo su amor ni ahora ni jamás.

Se da la vuelta y pasa la punta del zapato contra la alfombra.

-Ya lo veremos, Señorita. -me dice dándome una mirada apasionada sobre el hombro. Le pregunto a que se refiere -Si no me robo su corazón.

Lo dice serio.

¿Como no va a pensar asi? Es un cliente. Los clientes son todos iguales, personas con capas de colores que juegan el papel de héroe por unos minutos para tener lo que desean y que luego se van a buscar a otra víctima. Estoy muy segura que él será capaz de hacer cualquier cosa con tal de tenerme amordaza y amarrada a su antojo.

DONE FOR MEDove le storie prendono vita. Scoprilo ora