47

853 65 51
                                    

No hablaba desde que subimos al auto, pero no dejaba de mirarme por el espejo retrovisor quince minutos asegurándose que estuviera todavía en mi lugar. El viaje era extremadamente lento porque solamente podía conducir con un solo brazo, me negué a ayudarlo porque me pareció una estupidez cuando era muy probable que me estuviera llevando a mi muerte.

Después de un largo viaje en ruta desvió el camino y entramos en un camino muy distinto por el que vinimos, los autos desaparecieron a nuestro alrededor y pasamos por un puente de madera hasta que llegamos a un camino de tierra, los arboles abrieron un camino estrecho, pero lo suficiente grande para que pasara un tanque de guerra si fuera necesario, y fuimos adentrándonos lentamente a la oscuridad del bosque. Acerque mi cabeza a la ventana y vi que detrás de mi no se veían más que verde y maleza.

Finalmente, el auto se detiene frente a unas enormes rejas metálicas color negra oscura en forma de enredaderas, con unos picos afilados de color plata. Miro a mi alrededor, buscando alguna señal de vida, y escucho el arrastrar de las rejas por el suelo, dando paso a nosotros.

El suelo delante de nosotros era de piedra y un camino de flores rodeaba la propiedad hasta llegar al final del camino donde estaba una imponente y preciosa mansión de color negro.

- Fresa, Azusa no es como Jen - dice de repente, hablando por fin en un débil susurro. Esta intentando convencerme de nuevo - Tu plan suena bien, pero no va funcionar.

Lo ultimo apenas si se le escucha porque habla apenas con un hilo de voz. Veo que la única mano que agarra el volante tiene los nudillos blancos de tanta fuerza que usa y que mira a los guardias con desconfianza.
- Tu solo ocúpate de llevarte a tus hijas de aquí. - No vamos a fingir que somos amigos ahora, ¿verdad?

- Estoy hablando enserio, Fresa - insiste.

El auto rodea una enorme fuente de agua que esta colocada en medio del camino y frena delante de una puerta doble cerrada.

- ¿Me ves lo tranquilo que estoy? - pregunta, girándose sobre el asiento para que lo vea - Bueno, es porque adentro tengo un informante que me dice que esta pasando con mi familia a cada maldito segundo del día. Solo por eso estoy bien.

- Si, pero no pudiste sacarlos, ¿no?

Me cuesta confiar en Ashton. Y eso es prueba de que esta relación va a fracasar antes de empezar.

- Mi esposa no sabe a que me dedico ni como funciona esto... bueno, no sabía. - dice con un hilo de voz - Pero, tú si. Es distinto.

Miro de soslayo la puerta, que ahora se empezo a abrir y dos guardias están saliendo en este momento. Ellos se quedan mirando el interior del auto pero ninguno se mueve, se quedan parados con sus manos cruzadas sobre su vientre. Luego van apareciendo tres más y, a diferencia de los otros dos, ellos vienen hasta nosotros y rodean el auto.

- Ya lo hiciste antes - insiste.

- Me tomo dos años escapar la primera vez.

Y la ultima vez acabo en una muerte.

Me cuesta encontrar las palabras en este momento porque soy muy cuidadosa. No sé que terreno piso, si Ashton es de confianza o si todo fue una mentira para que viniera con él sin resistencia, ni que me espere adentro. Bueno, no, en realidad si se quien me espera adentro.

- Si no funciona podrás librarte de mi, ¿Por qué te opones? - pregunto.

Frunce el ceño y apreta la mandíbula.

- Porque se lo prometí al Jefe que te cuidaría.

Sonrio... por supuesto.

Mientras hablamos, estoy dándole miradas furtivas a nuestro alrededor. Un tipo esta paraddo detrás del auto y tiene la mano en su pistola.

DONE FOR MEWhere stories live. Discover now