23

2.5K 182 93
                                    

Me despierto desorientada. Por alguna razón, mi cuerpo se siente adolorido por todas partes y cuando abro los ojos el techo se balancea de un lado a otro antes de quedarse quieto. Es de noche y estoy acostada sola en la cama. Mis planes una vez más han fallado y me encuentro todavia en esta casa, y con vida. Arrastro mi cuerpo por el colchón y me incorporo como puedo, sentada en el borde, aun desorientada. Como si siriviera de algo, echo un vistazo al despertador de Jen. Son las cinco de la mañana. Sigo en La Casa. Suspiro y me paso dos dedos por la frente. Enciendo la lampara en la mesita y cuando miro hacia abajo veo que tengo otra ropa puesta. Llevo una remera blanca de mangas largas, unos pantalones pijamas holgados y muchas vendas. Mierda. Tengo la mayoria del cuerpo vendado, mis nudillos, el brazo derecho y alrededor de mi cuello. Subo la mano por mi cara y noto una curita en mi frente, levanto la remera, una venda blanca envuelve alrededor de mis costillas, y cuando bajo mis pantalones veo que hay una venda grande alrededor de mi muslo derecho. Bueno, este ha sido uno de los peores momentos de mi vida, no se niega. ¿Y no habra otros? Si, es probable que este no sea la unica vez.

Oigo un sonido seco desde algun lado de la habitación y enseguida levanto la vista. En la oscuridad, Misty esta levantandose del sofa, viniendo hacia mi con pisadas tan silenciosas como si se moviera en camara lenta para no hacer ruido a pesar de verme que estoy despierta. Parece una polilla cegada por la luz, viniendo a la muerte conocida. Me levanto como puedo, con un profunda migraña empezando a nacer y sintiendo una fuerte punzada en la costillas. Me agarro del costado con una mano, atravesando mi cuerpo con el brazo, mientras con la otra mano me sostengo de cada cosa en mi camino mientras me acerco hasta ella. Misty levanta los brazos y me agarra de los hombros cuando estoy a punto de caer. Me quedo mirandola. Estoy temblando.

-¿Por que me hiciste esto? -pregunto, apretando los dientes y sintiendo las lagrimas calientes corriendo por mis mejillas.

Pese a todo el dolor que siento, fisico y mental, la rabia me consume. 

-¿Por qué, Misty? 

¿Por qué? ¿Por qué? ¡Dime por qué tu también tenías que darme la espalda! Pensaba que entre nosotros no habia secretos. 

-No estas en condiciones para hablar de esto en este momento, Venecia. Por favor, regresa a la cama. 

-¡Responde! -me aferro de su remera, volviendo un bollo entre mis dedos. 

Dimelo por que si no, no podre perdonarte jamás.

Solamente dime la verdad.

-Si alguna vez te he importado aunque sea un poco, por favor, te pido, te lo ruego, dime la verdad, Misty. 

Cuando baja la cabeza, una pequeña lagrima cae en el dorso de mi mano y se desliza por la parte interna de mi muñeca. Hago una pausa apenas perceptible y la obligo a mirarme a la cara. Sin embargo, parece demasiado avergonzada para sostenerme la vista.

-Siempre has sido muy directa en todo lo que haces.

Vuelve a bajar la vista. Se ve casi como si le diera pena tener que hacer esto. En otro momento tal vez me podría apiadar de ella y pedirle que no dijera nada, pero lamentablemente hoy no me puedo permitir nada. Su dolor no lograr superar la rabia que siento en este momento. El hondo y punzante dolor que siento en mi pecho tiene la forma de una pelota de golf en mi garganta que me impide respirar. 

-¿Por que parte te gustaria que empezara? 

No se ve muy diferente a la imagen de una persona patetica... 

Jamás pense que vería a Misty en esta posición. La postura imponente y fuerte, pero sin perder la delicadeza y belleza tan serena que tanto la carectizaba, se perdio y ahora no demuestra la entereza de esa mujer que me enseño a sobrevivir en este lugar tan salvaje.

DONE FOR MEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora