El corazón me late deprisa. Apenas llego a la planta superior corro a mi dormitorio y cierro detrás de mi. Me apoyo contra la puerta, respirando rápido, y me agarro del pecho con la mano. Levanto mirada a mi alrededor y respiro hondo, un aire infectado de mi perfume, de Jen y de sexo, tratando de recuperar la cordura perdida. No hay nadie por lo menos.
Jen es peligroso para mi. Si continuo con él tarde o temprano terminaré volviéndome loca por completo. Lo que acabo de hacer es su maldita influencia y el solo alejarme de aqui, de este mundo, lograra que me mantenga a salvo. ¿Como lo logra? No puedo por qué me hace esto. Me paso las manos por el cabello. ¿Como me voy a librar de esto? Necesito hacer un plan rápido. Necesito salir de aqui antes que haga algo de lo que enserio me pueda arrepentir.
Bajo la vista hacia mis manos y veo mis dedos manchados de sangre. La sangre de esas chicas en mis manos.
Salgo corriendo al baño para lavarme las manos y me restriego los dedos enjabonados con fuerza. Cuando me miro al espejo, veo a un fantasma con los ojos muy abiertos y el rostro demacrado. ¿Que hice? Cometi otro homicidio. ¿Y por qué? Por nada. Me agarro del borde del lavado y bajo la cabeza. Un escalofrio me recorre la columna vertebral. Cuando me fui de la casa me dije que iba a empezar una vida nueva, pero mi terror a que Jen me encontrara me impidio bajar la guardia. Por eso por cuatro años me dedique a la vida nómade sin ni siquiera poder dormir por las noches, tener vínculos con las personas, o formar una familia ni continuar con mis estudios. ¿Y para que? Todo lo que quise dejar atrás fue en vano y termine en este lugar, cometiendo los mismos errores de antes.
Cierro los ojos y respio hondo, tratando de contener que mi cuerpo siga temblando.
Debes convertirte en la mujer del Jefe para poder escapar de aqui, Venecia.
Al recordar las palabras de Misty, resoplo.
Mientras miro los restos que dejo la sangre, empiezo a recordar paso por paso lo que sucedio hoy. Al final, haga lo que haga yo sola no podre enfrentar a Jen y la gente en esta casa. Siempre seran mas fuertes que yo. Tienen armas, contactos, dinero y poder. Carezco de todo eso y a dónde sea que fuera él me encontrara por que lo tiene todo, asi que puede ser orgulloso y decirme que le pertenezco ya que es asi. ¿Pero que puedo hacer si no estoy dispuesta a rendirme? ¿Que hago si no quiero esto? Vivir en esta casa y pretender que soy feliz mientras esas chicas son torturadas y vendidas como pedazos de carnes no es lo que deseo, mientras espero que un día se aburra de mi y me regrese a ser una puta más.
Necesito sacarlo de mi camino.
Si mato a Jen todos iran encima de mi, pero si alguien con la posición para hacerlo, una persona de poder, todo estaría arreglado. Yo no soy capaz de lograr salir de aqui con vida si llegara a atentar contra la vida del Jefe. Es un hecho. La pelea sera injusta, ruda e inutil para mi.
Lo unico que me salvara es otro peso pesado contra Jen. Si alguien que es su igual y Jen se enfrentarán todo podría terminar jugando a mí favor y mientras se desate la guerra yo saldría de este lugar sin correr el riesgo de volver a ser atrapada.
Azusa.
El eslabón débil en esta historia. Una persona a la que le importan los números y que odia a Fresa lo suficiente para armar un escándalo. Si provocara otra perdida como la primera vez y eso le dieran indicios de mi presencia en la casa y de que Jen no le contó la verdad provocaría que esto explotará rápidamente.
Dos pájaros de un tiro.
Tengo que afrotar la idea que no podre con esto sola y que necesito ayuda.
No.
MI cabello cae sobre mi rostro y me agarro con fuerza con fuerza del lavado. Mi subconsciente me grita que debo hacer ese plan pero yo me digo que no hay manera. Necesitaria de mucho tiempo y de tantas cosas que no me parece que pueda lograrlo.
