Miro a Jen y él, moviéndose despacio, me devuelve la mirada. ¿Que puedo hacer ahora?
- Azusa espérame en la oficina de Ashton. - dice caminando hacía la puerta y empujándola con una mano para que no se abra -Salgo en diez minutos.
Trago saliva.
-¿Quien es Azusa, Jen? -pregunto.
Jen espera a que pasen unos minutos antes de salir. Antes no esperaba una respuesta de él, después no esperaba una respuesta normal o sincera... que no conteste significa que Azusa de verdad es alguien importante. Jen ni siquiera me mira mientras deja la oficina.
¿Ahora que hago? Azusa puede estar cerca, o alguno de sus guardias, y me va a ver si trato de salir.
Despacio, me siento en el suelo, poniendo una mano en mi pecho, y me quedo mirando la silla vacía de Jen.
No puedo verme nerviosa, si él me ve por las cámaras sabrá enseguida que me estoy nerviosa por Azusa. ¿Y cuanto tardara en darse cuenta que nos une? Digo, él no es mi amante, es solo un desliz de una noche, pero Jen no lo va a entender y si me delata va a arruinar todo antes que pueda encontrarle un lugar a Azusa como señuelo en el plan.
No, quizas solamente se imagine que estoy conmocionada por lo que dijo del bebé.
Pero, ¿Como lo descubrió? Me paso la mano el cabello, nerviosa y con los dedos temblando, mientras me arrastro hacia arriba, usando mis codos y rodillas para levantarme, me siento en una de las sillas y echo la cabeza hacia atrás.
Hice tanto esfuerzo por borrar ese recuerdo de mi mente, aquel día tan oscuro y doloroso, de mi arrastrándome por esa bañera, mis manos arañando cualquier cosa que encontrara en mi camino para poder ponerme de pie y salir a buscar ayuda, con ese dolor tan intenso atravesando en el pecho, tan profundo que ni siquiera podía respirar mientras lloraba sin saber por qué, ya que en si no sabía que dolia más; el dolor físico o el dolor por perderlo. No podía parar. Al final lo único que pude hacer fue rendirme, deje de pelear , y me sente a esperar a que ese infierno acabará... que se apiadara de mi...
No, no.... él solamente te puso a prueba. No sabe nada.
Si ni siquiera Misty sabe...
Me sentí tan sola. Estaba en lugar sucio, una pensión de mala muerte, Misty estaba trabajando y yo sola, cuidando que nadie se metiera para tratar de robarnos lo poco que teníamos. En ese momento incluso no me hubiera importado que apareciera Jen y que me llevara a la casa a la fuerza. Sólamente quería que alguien estuviera conmigo. La sangre era la muestra de que lo nuestro solo causaba dolor pero ahí estaba, desesperada por contacto que hasta pude aceptarlo. Misty llego horas más tarde pero limpié toda la evidencia y una vez ella dentro, fui al hospital más cercano cuando pude ponerme de pie.
A pesar del dolor, pense que fue lo mejor.
Hubiera tenido que entregarlo en adopción...
Tenía muchas cosas con la que lidiar en ese momento. Misty pudo volver a la sociedad sin problema, pero después de todo lo que vivi para mi fue dificil ser un ser humano de nuevo. Me tomo mucho tiempo encontrar la paz y poder dejar atrás las venganzas, la ira y enfocarme en lamer mis heridas.
No me odies...
¿Cree que puedo evitarlo? Fue la peor noche de toda mi vida. Su sangre y la mia se mezclaron en una persona nueva.
En cinco años Jen no cambio la contraseña de su computadora. Me siento en su silla y empiezo a revisar las camaras, buscando la que de a la oficina de Ashton, su mano derecha. Pero basta con una sola pantalla para darme cuenta que algo esta ocurriendo. ¿Que esta pasando? Todas las pantallas estan en negro y no se ve nada. Paso de un lado a otro pero no hay nada. ¿Azusa tiene razón?
