27. Hermanas de sangre (2º parte)

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(Este capítulo está dedicado a Sad Clown  por el hermoso edit que hizo de "Las reinas del Infierno". Lo pondré al final del capítulo)

Las flores no solían durar mucho tiempo al lado de un cuerpo en proceso de descomposición después de albergar durante meses un demonio de alto rango, tan alto que se trataba ni más ni menos que del actual gobernante del Infierno

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Las flores no solían durar mucho tiempo al lado de un cuerpo en proceso de descomposición después de albergar durante meses un demonio de alto rango, tan alto que se trataba ni más ni menos que del actual gobernante del Infierno. Por eso, cuando los pétalos se marchitaban, Alastor se entretenía cambiándolos para ver de nuevo cómo desaparecía cualquier rastro de vida.

Sus dedos chispearon en el instante en el que sus manos se cubrieron de venas negras. Acarició uno de los pétalos de la rosa mientras tatareaba la misma melodía que Haziel solía cantar en el jardín. Había pasado cientos de años escuchándola desde los sombras, ya que el ángel siempre se negaba a cantar frente a él.

Haziel siempre cantaba para Lucifer pero tenía el suficiente orgullo para sellar sus labios con él.

─Vas a quedar el jardín sin rosas a este paso ─se quejó Miguel al entrar a la cocina─. ¿Qué haces?

─Hago tiempo ─respondió─ para la fiesta.

─¿Qué fiesta?

─La fiesta.

─¿Y se puede saber qué se celebra?

La sonrisa que se asomó por su rostro se agrandó más de lo que el cuerpo humano podía soportar. Hileras de sangre descendieron por su mentón cuando la piel se rompió y los dientes empezaron a aparecer.

Miguel frunció el ceño al ver como maltrataba el cuerpo.

─Te advertí del tiempo que te queda ─gruñó─ y sigues desperdiciándolo con cosas como estas.

─Voy a ser abuelo, Miguel ─le informó con emoción─. ¡Abuelo!

─No es la primera vez que una reencarnación tiene descendencia ─le recordó el arcángel.

─Pero si la primera en la que mi hijo se ve involucrado. ¿Tienes ganas de una apuesta? Yo digo que esos dos renacuajos saldrán a su padre. ¿Tú qué opinas?

─Me había olvidado que tu hijo es el padre.

─¡Ya ves! ─exclamó el demonio─. Mi hijo hizo algo bien en un siglo. ¡Milagro del Señor!

El arcángel soportó las carcajadas de su viejo enemigo, y ahora aliado, hasta que tuvo la fuerza para seguir hablando con él y no correr al hospital donde habían internado a Verónica. Simon no le había dejado pasar. Entendió a que se debía cuando reconoció un rostro conocido entre la multitud que se había juntado a las puertas del hospital. Seguramente, y a espaldas de su padre, James le había pedido a Cronos que vigilase a Verónica mientras él estaba recluido en el Infierno.

─¿Qué planes tienes para esos niños, Alastor? ─le preguntó.

─¿Preocupado por quienes serán tus bisnietos?

Las cadenas del ángel (Saga Scarlet #2)Where stories live. Discover now