𝐇𝐄𝐀𝐓 𝐎𝐅 𝐓𝐇𝐄 𝐌𝐎𝐌𝐄𝐍𝐓
❝ parece que siempre estas
olvidando cosas. hay cosas
que simplemente no pueden olvidarse.
ni hacer como si no hubieran pasado ❞
❝ mira, si esto es por aquella
vez, tú estabas de acuerdo.
dejé las co...
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¿Cómo había acabado en esa situación?
Esa era una buena pregunta.
Si hubiera sido por ella, hubiera dejado que los Winchester se encargaran del otro metamórfico y ella ya estaría en otro estado, con otro caso. Pero su vena perfeccionista le impedía irse sin acabar un caso.
Y claro que los oh-tan-heroicos-Winchester no iban a dejar que ella se encargara del dichoso monstruo sola porque estás herida y podría ser peligroso. Les había importado poco que Holly hubiera acabado con un nido de vampiros con un hombro dislocado.
Lo cierto es que su actitud dominante nunca había sido un factor favorable a trabajar en equipo, aparte del hecho de que nunca había querido trabajar en equipo. Sí, los Winchester habían insistido en acompañarla pero ella se había negado si no pasaban antes por su coche, donde guardaba todas sus armas.
Había cometido el error de ir armada con un solo cuchillo de plata antes y eso le había costado una puñalada, no iba a cometer el mismo error dos veces. Uno de los hermanos se paraba a cada lado suyo mientras ella rebuscaba en el maletero de su Mercedes-Benz SL del 65'. Normalmente solía ser bastante organizada pero quería acabar ese caso con rapidez -otra de las razones por la que había acabado como había acabado.
—Deberías poner una trampa para demonios en el maletero—Holly fulminó a Dean con la mirada, sin girarse completamente y cuando volvió la vista al maletero, rodó los ojos. Dean alzó los brazos, mostrando inocencia—. Te lo digo por experiencia.
—Gracias por el consejo, Dean— tanto veneno en su lengua como si de una víbora se tratara. Los hermanos no habían hecho nada, Holly simplemente no acostumbraba ni quería acostumbrarse a tratar con gente. Y menos si esa gente eran los Winchester—. Pero no te lo he pedido.
Cargó la pistola con las balas de plata, que a duras penas había conseguido después de enfadar a su proveedor habitual, y se hizo con otro puñal de plata antes de cerrar el maletero con fuerza—. Ya estoy lista, podemos irnos.
Sam se hizo a un lado, como si dejara que ella liderará el camino. Holly asintió, de acuerdo con la actitud de Sam. Dean en cambio... Bueno, Holly agradecía que solo tuviera que compartir un caso con él porque sus personalidades chocaban bastante y no estaba dispuesta a aguantarlo diariamente.
Mientras ella caminaba por delante, Dean dirigió una mirada de exasperación a su hermano. Realmente había sido Sam el que había insistido en acompañar a Holly para asegurarse de que su herida no la pusiera en peligro delante del metamórfico. Si Dean era sincero consigo mismo, estaba seguro de que Holly era perfectamente capaz de apañárselas ella sola. Al fin y al cabo, por mucho que le costara admitirlo, ella le había salvado la vida.
