𝘅𝗶𝘃. 𝗺𝗲 𝘁𝗶𝗲𝗻𝗲𝘀 𝗮 𝗺𝗶

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¡CAPÍTULO CATORCE!

【ME TIENES A MÍ】

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Por un momento Holly se vio perdida, ignorando totalmente la conversación que Sam y Dean mantenían frente a ella. En su defensa era bastante difícil atender a lo que sus amigos decían cuando tenía la fotografía del cuerpo de la que había sido su amiga delante de ella.

Al principio había hecho todo lo posible por no mirar hacia allí pero final había acabado cayendo en la tentación. Habían dos fotos de Monica, una de ella en la escena del crimen (Holly sabía que había sido un crimen) y otra de su cuerpo en la morgue. En ambas estaba pálida, más pálida de lo que Holly jamás la había visto, bolsas debajo de los ojos y estos abiertos sin ningún deje de vida en ellos. En la fotografía de la escena del crimen se podía apreciar la espuma que le salía de la boca por la intoxicación de las pastillas.

Holly salió de su ensoñación al dejar de ver repentinamente la foto, Dean había cerrado el archivo y ambos esperaban una respuesta a una pregunta que no había escuchado. Holly no se iba a molestar en pregunta ni quería que ellos se molestaran en repetirlo.

—Mirad—Holly suspiró, cansada de la situación y del caso. Lo había escogido por Ricki y porque quería vengar a Monica pero estaba siendo mas difícil de lo que esperaba—, solo la primera víctima tenia motivos para querer suicidarse y, sinceramente, que te deje tu mujer no es para tanto. Miles de mujeres dejan a sus maridos al día, los dejan como si tiraran la basura; empiezan por dejarlos dormir en el sofá y luego están durmiendo en la calle. Y tampoco me sorprende.

—Ya Holly, pero Monica tenía cáncer para eso eran las pastillas—Sam habló despacio, dulce, como si ella fuera un animal asustado—. La lucha contra el cáncer no es fácil y suele ser bastante dolorosa. Tal vez Monica-

—No.

—Holls-

—No—ella insistió de nuevo—. No me cansaré de decirlo y no me vais a convencer de lo contrario, Monica no se suicidó.

—Vale, pues entonces vamos a tener que investigar más—Dean ignoró la mirada que Sam le dirigía por su bien y por el de Holly y en cambio se centró en la mirada de agradecimiento que le dirigía la cazadora.

—Voy a hacer una llamada primero, luego me uno a vosotros.

Holly se levantó de la mesa redonda alrededor de la que estaban sentados y caminó con su móvil en la mano hasta la salida, donde tomó aire fresco antes de marcar el número de Ricki.

—¿Holly?

—¿Cáncer, Ricki? ¿En serio?—Holly no pudo evitar el tono de reproche en su voz—. ¿Por qué no me habías dicho nada? No puedes simplemente-

𝐇𝐄𝐀𝐓 𝐎𝐅 𝐓𝐇𝐄 𝐌𝐎𝐌𝐄𝐍𝐓, ᴅᴇᴀɴ ᴡɪɴᴄʜᴇꜱᴛᴇʀOnde histórias criam vida. Descubra agora