𝐇𝐄𝐀𝐓 𝐎𝐅 𝐓𝐇𝐄 𝐌𝐎𝐌𝐄𝐍𝐓
❝ parece que siempre estas
olvidando cosas. hay cosas
que simplemente no pueden olvidarse.
ni hacer como si no hubieran pasado ❞
❝ mira, si esto es por aquella
vez, tú estabas de acuerdo.
dejé las co...
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Dean apenas se movía mientras dormía. De hecho era capaz de quedarse dormido boca arriba y con los brazos cruzados y despertarse de la misma manera, sin haberse movido ni un solo centímetro. Ciertamente contrastaba con Holly, que se torcía y se giraba constantemente en su sueño. La primera noche Dean estaba seguro de haberse despertado por los movimientos de la cazadora más de tres veces pero, con el tiempo, había acabado acostumbrándose.
De cualquier manera, la cazadora solo parecía quedarse quieta cuando Dean la abrazaba desde la espalda. Por eso, cuando esa noche ella se despertó, no se extrañó al ver que se había despertado tal y justo como se había dormido. No tuvo mucho tiempo tampoco para pararse a pensarlo cuando volvió a escuchar el ruido por el que se había despertado.
—¡Holly!
No llegaba a ser un grito pero resonaba lo suficientemente alto para despertarla. Enseguida reconoció la voz de Danny llamándola y no dudó en frotarse la cara para deshacerse del sueño para levantarse e ir a la habitación de Danny. Cuando se dio cuenta de que el brazo de Dean le impedía levantarse, lo golpeó con la palma de la mano para que lo quitara de su cintura.
Eso no solo hizo que retirara su brazo sino que, además, se despertó, alzando los brazos al despertarse de golpe, sus reflejos de cazador logrando ponerlo alerta en segundos.
—¿Qué? ¿Qué pasa? Estoy despierto.
—Es Danny, me está llamando. Voy a ver que pasa.
Cuando Dean se dio cuenta de que no había ningún peligro, volvió a recostarse en la cama, cerrando los ojos—. Vale, vale. Yo te... Yo te espero.
Holly sonrió tiernamente al ver como cerraba los ojos. Era obvio que no iba a esperarla pero había sido un bonito detalle. Se agachó hasta besarle la mejilla y vio como una sonrisa tonta se le plasmaba en la cara al cazador, que no había vuelto a abrir los ojos.
—Vuelve a dormirte, anda.
—Mhm.
La cazadora caminó el poco espacio que había desde su habitación hasta la de Danny, que estaban prácticamente una al lado de la otra a petición suya. En cuanto entró, encendió la lámpara para alumbrar la habitación lo suficiente para verse la cara entre ellos sin que la luz de la habitación los molestara a ellos o a los Winchester que dormían.
