𝐇𝐄𝐀𝐓 𝐎𝐅 𝐓𝐇𝐄 𝐌𝐎𝐌𝐄𝐍𝐓
❝ parece que siempre estas
olvidando cosas. hay cosas
que simplemente no pueden olvidarse.
ni hacer como si no hubieran pasado ❞
❝ mira, si esto es por aquella
vez, tú estabas de acuerdo.
dejé las co...
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Lo primero que se le vino a la cabeza cuando Holly despertó fue levantarse de la cama lo más lentamente posible para no despertar a Cassie. Por su cabeza ni siquiera pasó la idea de que la cama de Dean estaba vacía, ella simplemente cogió su chaqueta de cuero y se la puso antes de salir de la habitación para tomar el aire.
Justo allí, nada más abrir la puerta, Dean estaba sentado en los escalones frente a la puerta con un botellín de cerveza en la mano.
—No son ni las diez de la mañana.
Él se encogió de hombros—. En algún lugar del mundo es la hora feliz.
Holly negó con la cabeza, abrazándose la chaqueta al cuerpo para que la brisa de la mañana no le molestara en exceso y caminó hasta sentarse a su lado.
Dean meneó el botellín—. ¿Quieres?
—No, gracias. Primero un café.
Holly dirigió la mirada a las personas que caminaban por la calle. A veces era irónico pensar que ninguna de esas personas conocían su existencia o lo que ellos cazaban y continuaba sus vidas como si nada.
—Anoche Sam descubrió que es lo que mató a los O'Malley—con eso, Dean consiguió toda la atención de Holly—. Es un cambiante. Se llevan a los niños y se alimentan de las madres hasta matarlas. Por eso mató también a George, para que no estorbara. Cassie conseguiría escapar y...
—No quiero pensar como deberá de sentirse—Holly suspiró, la mente en Cassie—. Ha perdido a sus dos padres y ella sola consiguió escapar. Y si no hubiéramos pasado por esa carretera en ese momento-
—Pero lo hicimos—Dean la cortó. El mismo era el rey de autoculparse cuando todo salía mal y ver lo malo incluso en la bueno, por eso veía perfectamente lo que estaba haciendo Holly—. Y ahora esa niña esta sana y salva. No lo pienses más. Además, eres una heroína para esa niña.
Holly se encogió de hombros e hizo una mueca—. Yo no diría eso... Es solo... Se me dan bien los niños, me gustan.
—No lo hubiera dicho nunca, la verdad.
—En nuestro trabajo no vemos niños a menudo, no es como si estuviera en contacto con ellos. Pero no me importa—Holly jugó con el roto de los pantalones, estirando de los hilos. La noche anterior se había dormido con Cassie antes de poder cambiarse—. Cuando estaba con Bobby trabajé como niñera para ganar algo de dinero. Quería ayudar a Bobby con la comida, las facturas y eso pero... Ese viejo cascarrabias no me dejó darle el dinero y me olvidó a guardarlo. Cuando tenía diecisiete me enseñó a conducir y con el dinero que había ahorrado me compre un coche.
