𝐇𝐄𝐀𝐓 𝐎𝐅 𝐓𝐇𝐄 𝐌𝐎𝐌𝐄𝐍𝐓
❝ parece que siempre estas
olvidando cosas. hay cosas
que simplemente no pueden olvidarse.
ni hacer como si no hubieran pasado ❞
❝ mira, si esto es por aquella
vez, tú estabas de acuerdo.
dejé las co...
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Había muchas cosas que Holly odiaba en el mundo. Para empezar, odiaba a los monstruos; vampiros, hombres lobos, demonios, fantasmas, damas de blanco, wendigos, brujas, muscas... La lista era bastante larga. También odiaba las aceitunas y la música de los noventa.
Pero si había algo que odiaba en especial era su cumpleaños. Solo había podido pasar unos cuantos cumpleaños normales antes de que su madre empezara a entrenarla. Y poco después ella había muerto así que no es que tuviera mucha experiencia pasando los cumpleaños en familia. Los cumpleaños con Bobby no habían sido malos pero tampoco lo que cabía esperar de un cumpleaños normal.
Por eso el dieciocho de junio siempre prefería encerrarse en su habitación -estuviera donde estuviera- e ignorar que fuera de esas cuatro paredes existía el mundo. Y estar en casa de Bobby con los Winchester no iba a cambiar eso.
Por eso había despertado pronto, había desayunado ella sola en la cocina en la tranquilidad de la pronta mañana y después se había encerrado en su habitación, dispuesta a leer todo el día. No es como si ninguno de los otros cazadores estuviera al corriente de lo que sucedía.
Bobby había pasado suficiente tiempo con la joven cazadora -buenos y malos momentos- para saber y entender gran parte de su comportamiento. Y, con días de antelación, había informado a los otros dos convivientes para prevernirlos.
Por eso Dean se había vuelto a ver a si mismo recostado en la puerta que daba a la habitación de Holly preparado para llamar. No sabía exactamente como siempre era él el que se veía teniendo que ir a mediar cuando se trataba de Holly pero tampoco le importaba en exceso. Además Bobby y Sam estaban esperándolos en el comedor, con las luces apagadas y una tarta.
Dean debía darle eso a Sam. Lo cierto es que celebrar el cumpleaños de Holly, sobre todo cuando Bobby les había contado lo mal que lo pasaba la cazadora ese día, había sido muy buena idea. Él mismo había ido a comprar la tarta y se había gastado los ahorros de su tarjeta -concretamente los ahorros de la tarjeta de Carl Lewis- para comprarle un buen regalo a Holly.
Porque puede que en el momento Dean hubiera hecho como si no hubiera pasado pero lo que Holly le había dicho en el caso del fantasma-suicida, le había llegado. Un héroe. No, Dean jamás se había considerado a sí mismo como un héroe pero pensar que Holly pensaba eso de él... Bueno, le ponía los pelos de punta por no decir otra cosa.
Llamó a la puerta tres veces-. ¿Holly? ¿Puedo pasar?
-No-Holly extendió la "o" todo lo posible, la voz llena de cansancio ante lo que sabía que iba a venir. Bobby había aprendido a dejarla a su aire pero estaba claro que Dean no había aprendido esa lección-. Vete, Dean.
