𝐇𝐄𝐀𝐓 𝐎𝐅 𝐓𝐇𝐄 𝐌𝐎𝐌𝐄𝐍𝐓
❝ parece que siempre estas
olvidando cosas. hay cosas
que simplemente no pueden olvidarse.
ni hacer como si no hubieran pasado ❞
❝ mira, si esto es por aquella
vez, tú estabas de acuerdo.
dejé las co...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
└──────── °∘❉∘° ────────┘
Holly tuvo que contenerse de llevarse la mano a la boca por decimoquinta vez desde que se había subido al coche en un gesto nervioso. Si quería conservar sus uñas -y quería hacerlo-, debía conformarse con juguetear con su colgante como tantas veces había hecho antes.
—¿Puedes ir más rápido?
Dean hizo una mueca, inclinando la cabeza en gesto de disculpa y mirándola a través del espejo retrovisor—. Holly, voy a 120 en una carretera de 80, no puedo ir más rápido.
—Por favor.
Ella misma se encargaría de pagar la inexistente multa que le pusieran -al fin y al cabo no se podía multar a nadie que estuviera muerto y, ante los ojos de la ley y del resto del mundo, Dean lo estaba desde aquel caso con un metamórfico.
Aun a pesar de su cántico anterior, el cazador aceleró hasta llegar a ciento treinta jurando que por más suplicas que Holly le hiciera no iba a ir más rápido. Con una mirada a su hermano, Sam entendió que entretener a la nerviosa cazadora era la mejor opción y que, en ese momento, una mano no le vendría nada mal.
—¿Qué has dicho que ha dicho Danny exactamente?
Holly se acomodó en el asiento trasero entre los dos asientos sin haberse molestado en ponerse el cinturón pese a la velocidad y se sujetó del respaldo del asiento del copiloto y del piloto.
—Me llamó y me dijo que estaba pasando algo raro, que sus padres estaban comportándose de manera extraña y cuando le pregunté si olía mal me dijo que olía a hueveos podridos.
—Azufre.
—Exacto—claramente la preocupación de la cazadora no era en vano. Desde que había recibido la llamada de su hermano desde el teléfono de su madre—. Y eso fue hace horas así que...
Dean aceleró un poco más. Superar el limite de velocidad no era nada nuevo para él -tal vez no tan por encima- pero ese no era el momento para empezar a cumplir con las normas de conducción.
—Vale, vamos a llegar enseguida—él mismo aseguró. Holly no pareció tomar enserio sus palabras pero teniendo en cuenta que solo las había dicho para tranquilizarla, no era de extrañar.
El sonido de Paranoid de Black Sabbath interrumpió el silencio del coche antes de que alguno de los cazadores pudiera decir algo más. Holly sacó rápidamente el teléfono de su bolsillo trasero y lo descolgó aun más rápido cuando vio el nombre de Rose en la pantalla.
