𝐇𝐄𝐀𝐓 𝐎𝐅 𝐓𝐇𝐄 𝐌𝐎𝐌𝐄𝐍𝐓
❝ parece que siempre estas
olvidando cosas. hay cosas
que simplemente no pueden olvidarse.
ni hacer como si no hubieran pasado ❞
❝ mira, si esto es por aquella
vez, tú estabas de acuerdo.
dejé las co...
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Aún no estaba seguro de lo que estaba haciendo cuando volvió de la cueva del djinn. Tantas cosas le habían hecho recordar súbitamente que se había enfrentado al djinn y que, tal vez, estaba bajo el efecto de este.
Al llegar allí el djinn no estaba pero Dean había reconocido la cueva, igual a la que había estado días atrás pero, esta vez, vacía. Eso había sido lo único necesario para hacerlo recordar y darse cuenta de que debía de salir de allí y volver al mundo real.
No estaba seguro aún de cómo iba a hacerlo pero el primer paso era volver a casa de su madre. Dean tenía la sensación de que allí encontraría la respuesta. Por eso había conducido por encima del límite de velocidad para llegar allí cuanto antes.
Sin molestarse en aparcar correctamente la atrocidad que llevaba por coche, bajó rápidamente del vehículo y llamó a la puerta de casa de su madre con la misma prisa con la que lo había hecho todo en las últimas horas.
A veces Dean olvidaba algunas cosas de su madre. No podía evitar sentirse mal pero al fin y al cabo el tiempo pasaba y la última vez que la había visto él tenía cuatro años. Recordaba ciertas cosas como cuando le cantaba Hey, Jude a modo de nana, o el sabor de las pocas cosas que cocinaba. Pero si había algo que agradecía -y más ahora que lo tenía delante- era haber olvidado la mueca de enfado. Mary lo estaba mirando como si hubiera cometido un crimen.
—Pasa, anda.
Dean pasó, dispuesto a dirigirse directamente y sin pausas a la cocina. No quería distraerse de nuevo con el mundo falso. Aun a pesar de su convicción, fue imposible resistirse a detenerse al ver a Holly en el sofá, con las manos cubriéndose la cara. En cuanto escuchó pasos, alzó la cabeza y Dean pudo ver como el alivio le recorría todas sus facciones.
—¿Dean?—el alivio duró poco cuando comenzó a andar hasta él a pasos agigantados—. ¿Se puede saber que te pasa? ¡He estado llamando durante dos horas y no has cogido el teléfono en ningún momento! ¡Pensaba que te había pasado algo! ¡No puedes desaparecer así sin dar ningún tipo de explicación!
—Ya, lo siento—Dean se dirigió a su madre, apenas dirigiéndole dos palabras a Holly. No quería hablar con ella porque sabía que podría hacerlo por horas y lo que quería era salir de allí. Una vez fuera hablaría todo lo que quisiera con la Holly de verdad—. Mamá, ¿tienes cubertería de plata?
