𝐇𝐄𝐀𝐓 𝐎𝐅 𝐓𝐇𝐄 𝐌𝐎𝐌𝐄𝐍𝐓
❝ parece que siempre estas
olvidando cosas. hay cosas
que simplemente no pueden olvidarse.
ni hacer como si no hubieran pasado ❞
❝ mira, si esto es por aquella
vez, tú estabas de acuerdo.
dejé las co...
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Sam acababa colocarse su chaqueta cuando llamaron a la puerta de su motel. Dean ya se encontraba listo pero aún estaba en el baño, lavándose los dientes. Todo tipo de pertenencia estaba recogida y dentro de las bolsas, listas para ir al maletero del impala y ponerse en marcha.
Aún arreglándose el cuello de la camisa, abrió la puerta para encontrarse con Holly, cejas alzadas y una bandeja con tres cafés y una bolsa de papel—. Son las ocho.
Sam abrió la puerta y dejó que Holly pasará, no sin antes hacerle entrega de una sonrisa torcida—. Buenos días a ti también, Holly.
—Dije que no quería esperar a nadie —ella se excusó, sentándose en la misma mesa en la que habían bebiendo cerveza el día anterior y se hizo con uno de los vasos de café.
—Yo ya estoy—Sam se excusó sentándose también para esperar al restante de los Winchester.
Holly señaló con la cabeza uno de los cafés, indicándole que era suyo y Sam cogió el envase también—. También dije que lo decía por Dean.
El mencionado salió finalmente del baño, con una sonrisa enorme sabiendo que todos en la habitación lo estaban esperando a él—. Uno no se levanta así de perfecto por las mañanas.
Holly rodó los ojos y miró a Sam, ¿cómo lo soportas a todas horas?, se podía leer en su cara. Sam negó, manteniendo entre los dos una conversación silenciosa. Dean se hizo con el café restante, suponiendo que era para él y se sentó en la silla que sobraba. Luego rebuscó en la bolsa de papel.
—¿Habéis comprado tarta?
Holly le arrebató la bolsa de las manos, ignorando su expresión de pura adoración—. He comprado tarta y es para mí. Vosotros tenéis galletas recién hechas. O eso me ha dicho el repostero.
Dean frunció el ceño, desilusionado completamente con el resultado pero haciéndose con una galleta igualmente para acompañar al café. Una vez acabaron de desayunar, Holly los acompañó hasta el impala y los ayudó a cargar las bolsas.
—Iré detrás vuestra, vosotros indicad el camino.
Sam asintió y se despidió de ella antes de meterse en el asiento de copiloto. Dean se recostó en el lateral del Chevrolet y sonrió de lado, Holly ya conocía esa expresión por lo que alzó las cejas y esperó su comentario—. Intentaré no ir muy deprisa.
Holly se cruzó de brazos e inclinó la cabeza, una sonrisa en los labios y con una replica ya lista—. Yo intentaré no dejaros atrás.
Aún apoyado en su coche, Dean vio como Holly se alejaba, aprovechando para recorrer el panorama con la vista. Estaba casi seguro de que movía las caderas a propósito pero fuera lo que fuera lo que pretendía, lo estaba consiguiendo—. ¡Conduce con cuidado, Holly!
