𝐇𝐄𝐀𝐓 𝐎𝐅 𝐓𝐇𝐄 𝐌𝐎𝐌𝐄𝐍𝐓
❝ parece que siempre estas
olvidando cosas. hay cosas
que simplemente no pueden olvidarse.
ni hacer como si no hubieran pasado ❞
❝ mira, si esto es por aquella
vez, tú estabas de acuerdo.
dejé las co...
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La primera sensación que embargó a Holly al despertar -a parte del dolor-, fue la confusión. No recordaba exactamente qué había pasado después de haber sido lanzada con fuerza contra la pared.
De cualquier manera, la desorientación y la confusión pronto desaparecieron para dar pie a la adrenalina y el miedo al darse cuenta de que no podía moverse. Atada de pies y manos, sus cuatro extremidades se mantenían presas mediante grilletes a una mesa de piedra. Eso, por supuesto, no impidió que Holly se moviera intentando -inexitosamente- liberarse.
—¡Buenos días!—el grito le hizo girar la cabeza hasta encontrarse con Dagon, que esta vez se encontraba sola y sin ningún demonio cerca—. Te has tomado tu tiempo, eh.
La única respuesta que recibió el demonio fue una mirada de inconformismo y de irritación—. ¿Qué? ¿Te ha comido la lengua el gato?
—Tu lengua será la que corra peligro si no me sueltas, zorra.
—¡Ahí está! ¡La Holly que todo el mundo conoce!—ella -¿él? Aún no tenía claro eso de el género en los demonios. Técnicamente era un príncipe del infierno pero estaba ocupando el cuerpo de una mujer- señaló a Holly como si la estuviera presentando—. Nunca estás indefensa con esta boca tuya, eh.
—¿Qué coño quieres conmigo?—la cazadora se removió incómoda, no le gustaba estar indefensa en ninguna situación.
—Oh, claro, tú estabas inconsciente cuando lo expliqué. Te haré un resumen rápido—Dagon caminó hasta el mueble más cercano y dejó su peso en él—. Tú, Holly, eres la llave para abrir las puertas del infierno. Una mismísima descendientes de Adán, por parte de padre, claro.
—Eso no puede ser, lamento decírtelo pero te has equivocado.
—Si fuera así tú padre no se habría molestado en ocultarte tan bien.
Holly sonrió con acidez, nunca habiéndose sentido comida al hablar de su familia—. Mi padre está muerto.
—Eso es verdad, se sacrificó por ti y por tu hermano—por la sonrisa del demonio, sabía perfectamente lo que estaba haciendo y lo que toda esa información estaba provocando en Holly—. No sin antes matar a tu madre, claro.
