𝘅𝘅𝗶𝗶𝗶. 𝗺𝗵𝗺, 𝗾𝘂𝗲 𝗿𝗼𝗺𝗮𝗻𝘁𝗶𝗰𝗼

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¡CAPÍTULO VEINTITRES!

【MMH, QUÉ ROMÁNTICO】

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—Wow—Holly se sujetó a la barandilla mientras bajaba uno a uno los escalones de la escalera que llevaba al búnker. No pudo evitar sorprenderse, mirando a todas partes con detalle—. Si que sabéis como montároslo.

—Ni te lo imaginas.

Una vez abajo en lo que era la biblioteca y después de haber pasado la sala principal, en la que había un mapa, Holly dejó caer su bolsa en el sitio y dio vueltas en su lugar, paseando la vista por las múltiples estanterías.

—Sam, debe sentirse en casa.

—Já, já—el mencionado rio sarcásticamente, haciéndose con la bolsa de la chica—. No es ningún secreto que lees todas las noches antes de irte a la cama.

A pesar de que no era ningún secreto, Holly fingió sorpresa—. No me expongas así, Sammy.

El menor de los Winchester rodó los ojos bajo la atenta mirada del mayor de los hermanos, que cruzado de brazos, observaba la interacción entre ellos con una sonrisa.

—Voy a llevar esto a tu habitación.

—Oh, no, deja, yo lo llevo—Holly detuvo a Sam antes de que continuara andando con su bolsa.

—No, no, de eso nada—Dean interrumpió, cogiendo su muñeca y separándola de Sam, caminando en otra dirección diferente y estirando de ella—. Tú y yo vamos a hacer un tour por el búnker.

—Oh, ¿quieres hacerme sentir como en casa?

A pesar de que Holly pretendía ser sarcástica, ambos detectaron el significado en las palabras.

—Tengo la impresión de que la armería te va a encantar.

—¿Tenéis armería?

En medio del trayecto, el agarre de la muñeca de Holly había pasado a su mano, entrelazándolas así mientras caminaban. Dean parecía un niño pequeño emocionado por enseñarle sus juguetes. Lo cierto es que Holly vivía únicamente por esos momentos. Esos pequeños momentos en los que cazar monstruos, demonios y huir de la muerte pasaban a segundo plano y solamente se dedicaban a pasar tiempo con sus seres queridos.

Dean finalmente la llevó hasta una sala llena de armas. Él había tenido razón, Holly se sentía como un niño en una tienda de juguetes. Separándose de Dean, caminó analizando cada arma con detenimiento. Grabados, balas de plata, plomo y materiales que ni siquiera podía adivinar, cuchillos, puñales, dagas, katanas... Era el paraíso.

𝐇𝐄𝐀𝐓 𝐎𝐅 𝐓𝐇𝐄 𝐌𝐎𝐌𝐄𝐍𝐓, ᴅᴇᴀɴ ᴡɪɴᴄʜᴇꜱᴛᴇʀWhere stories live. Discover now