Capítulo 39

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N/a: omg tanto tiempo sin actualizar. Aquí les traigo capítulo recién salido del horno, espero que les guste!

Gracias infinitas por leer, votar y comentar, aprovecho de dar la bienvenida a las nuevas lectoras <3 holi, ahre.

Y no es por ser aguafiestas pero... oficialmente estamos en la recta final de esta historia, tengo calculado cuatro capítulos más antes del epílogo so... prepárense.


Londres, veinticuatro de junio, 2020.

Me pasé las primeras horas del turno haciendo lo mismo de siempre: ingresos nuevos, altas, dar información a los pacientes, administrando medicamentos, anotando intervenciones en las fichas clínicas, entre otras cosas. Definitivamente, el fin de semana en Irlanda con Harry me había subido el ánimo, pero aun tenía esa llama de incertidumbre dentro de mi corazón al saber que él partirá mañana a Norte América.

Habíamos conversado sobre la pequeña discusión que tuvimos, ambos admitiendo nuestro error de haber tocado un tema tan delicado como menospreciar el trabajo de cada uno. En ese sentido estábamos bien, sin embargo, aún no pusimos sobre la mesa el hecho de que pasaríamos cuatro meses enteros sin vernos y qué íbamos a hacer al respecto. Pensé que quizás los dos teníamos miedo de tocar esa conversación, porque era una situación no podíamos controlar y que inminentemente iba a llegar. 

Ahora, a tan solo un día de su vuelo a Los Ángeles, debía hablar con él.

—Lenny —Mariam se acercó a la estación en donde estaba sentada con una mujer que no conocía vestida con falda tubo y chaqueta—. Ella es Abril Foster. Quiere hablar contigo.

Observé a nuestra acompañante con cierta extrañeza. Debía admitir que su altura me intimidaba un poco y su cabello negro en un perfecto moño con varias pasadas de gel la hacían ver bastante sofisticada.

—Hola, mucho gusto —saludé mientras estrechábamos nuestras manos, sin saber si debía tutearla o no. Como lo dije antes, conocer gente nueva no era mi cosa favorita en el mundo.

—¿Puedo robarle un poco de su tiempo, enfermera May? —su voz ronca víctima del cigarrillo salió con amabilidad.

Miré a Mariam y ella asintió de inmediato. Imité su gesto y la acompañé hacia la sala de descanso en donde nos sentamos. La verdad es que no tenía ni la más remota idea de quién era y el por qué quería hablar conmigo.

—Seré directa —Abril juntó sus manos sobre la mesa y entrelazó sus dedos—. ¿Conoce la organización 'Médicos sin Fronteras'?

—Por supuesto —respondí. ¿A qué venía con todo esto?

—Bueno, he escuchado maravillas sobre su labor como enfermera, señorita May —continuó y sonreí ante el halago—. Mi trabajo es supervisar estas conferencias que se han dado últimamente y el comité con el que tuvo la oportunidad de trabajar brevemente me comentaron que mostró un gran liderazgo y un excelente trabajo en equipo a pesar de haber estado unas pocas semanas. Es lamentable que haya tenido que dejarlo por ese accidente que tuvo, ¿cómo se siente, a todo esto?

—B-bien —musité algo sorprendida de sus palabras y alabanzas que no tenía ni la más remota idea que existían por parte de dicho equipo—. Ya han pasado meses, gracias... uhm, ¿a qué quiere llegar con lo que me está contando?

—Ah, sí —del bolsillo de su chaqueta sacó un folleto con imágenes de personas atendiendo a otras en situación de vulnerabilidad—. Hace poco la organización se expandió a los últimos países que quedaban de Latinoamérica y quería proponerle si le gustaría liderar uno de los equipos que estarán en Ecuador.

Sincerely, yours » h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora