Capítulo 6

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Londres, veintiuno de Febrero, 2020

Tess había llegado a mi departamento a eso de las siete de la tarde para ayudarme a ponerme algo decente para la noche.

—Tienes una cita con uno de los doctores más deseados de todo el continente —rebuscó en mi armario con vehemencia—. Hay que dejarte preciosísima.

Yo estaba acostada en mi cama, abriendo una y otra vez la aplicación de Instagram con la solicitud de seguimiento pendiente de Harry. Seguía ahí, toda una semana esperando, pero me causaba ansiedad el hecho de que si presiono el botón aceptándolo, mi vida privada se iría a la mierda.

Además, estuve batallando toda la semana sobre contarle a Tess. Me daba la impresión de que ella no sospechaba absolutamente nada, ya que me seguía compartiendo noticias sobre él y yo a veces le respondía y otras veces simplemente la ignoraba. Algo que la Lena del pasado jamás hacía. Aún así, pensaba que decirle no era buena idea.

—Desfílame estos vestidos —me pasó cinco prendas de distintos colores y largos.

Rodeé los ojos, detestaba usar vestidos. Los poco que tenía eran de galas a las que había asistido por temas de universidad o trabajo. Prefería algo más estiloso como una mini o pantalones cortos formales.

—Estás exagerando —sacudí la cabeza mientras me metía al baño para empezar con el primero, dejando la puerta abierta—. Es sólo una cena. Dudo que Sam me vea de otra manera.

Me coloqué uno negro, liso, con escote en V y tan largo que rozaba el suelo. Caminé hasta mi mejor amiga y alcé mis brazos hacia los lados. Ella negó con la cabeza e hizo un gesto con la mano para que volviera a probarme otro.

—¿Y quién dijo que te tiene que ver de otra manera? —habló mientras se sentaba en la cama y yo me ponía otro, esta vez uno corto y de color salmón. Al salir supe de inmediato que no era el indicado ya que Tess hizo una mueca de disgusto.

—Podría perfectamente usar algo como vaqueros y una blusa elegante —me tomé el cabello en un tomate desordenado a la altura de mi nuca mientras me despojaba del vestido y entraba en otro.

—Amiga, sé sincera ¿hace cuánto que no te dan?

—¡Tess! —reproché con una queja y salí del baño usando un vestido rosa pastel, de una manga y con un tajo que mostraba mi pierna derecha.

Ella se encogió de hombros y sonrió al verme.

—Creo que tenemos un ganador —se levantó y me inspeccionó de cerca, pasando sus dedos por la tela del terciopelo.

—No sé, no me convence mucho —me miré a mí misma al espejo mientras giraba levemente sobre mi eje, mi espalda se veía hasta la cintura. Sentía que era mucho.

—Si no es tu personalidad, de seguro ese vestido da puntaje extra para llevártelo a la cama —me guiñó el ojo y yo la fulminé con la mirada.

Antes de que dijera otra cosa, mi teléfono sonó con una notificación. Lo tomé y leí el mensaje que había.

"Me atrasé aquí en el hospital, espérame en el restaurante y nos encontramos allá".

Y luego de eso, otro mensaje con la dirección del restaurante apareció de inmediato. Solté un suspiro y tomé mis cosas para marcharme.

—Éxito, ahí me cuentas qué tal te va —Tess se despidió de mí con un abrazo, yo devolviéndoselo. Me agaché hacia Piper y sacudí su melena, dejándole un casto beso en su húmeda nariz.

***

El lugar era ostentoso, sin duda alguna. Parecía de esos restaurantes en donde la gente millonaria iba a disfrutar de los más elaborados banquetes. Además, la gente entrando y saliendo vestidos de etiqueta lo delataba y no evité en sentirme un poco incómoda rodeada de tanto lujo.

Sincerely, yours » h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora