Capítulo 34, pt 3

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Habíamos decidido volver a la ciudad porque el frío se había hecho insoportable con nuestra ropa mojada. Harry se veía bastante desanimado porque me había dicho que todo lo que tenía planeado se fue a la basura por el pequeño incidente con Piper, y no evité en sentir un poco de culpa.

—Podemos encender mi chimenea y pedir algo para almorzar —el ojiverde habló mientras guardaba las cosas en la maleta del auto, mientras que yo trataba de controlar mis temblores con una manta rodeándome el cuerpo.

—M-me parece bien —susurré entre dientes y de inmediato sentí una gota caer sobre mi cabeza.

—Tiene que ser una puta broma —Harry resopló con una risa amarga mientras ambos mirábamos al cielo, la lluvia cayendo inmediatamente de forma torrencial. No evité en reírme al ver cómo su cabello comenzó a mojarse poco a poco.

—¿Con que no iba a llover? —pregunté divertida al mismo tiempo que me apresuraba y colocaba una manta en los asientos de atrás para que Piper no dejara algún desastre.

Nos apresuramos y una vez que tuvimos todo listo, nos subimos al auto y Harry de inmediato encendió el aire calefactor para amortiguar el frío. Antes de tomar el volante, se giró y tomó mis manos entre las suyas, frotándolas entre sí y acercándola a sus labios para calentarlas con su aliento. Dicho gesto me hizo sonreír.

El viaje de vuelta se me hizo bastante corto, claro, porque Harry manejó sobre la velocidad permitida con tal de llegar rápido a sacarnos la ropa ya húmeda a estas alturas. La lluvia caía sobre nosotros como cascada mientras corríamos el corto tramo de su estacionamiento hasta su casa y una vez que estuvimos bajo la guardia de su porche, soltamos un suspiro de alivio.

—Creo que no seremos los únicos que necesitan un baño —murmuró mientras miraba a Piper, quien se había sacudido los restos de agua de su pelaje

Por más que trataba de convencerme que era un perro y que iba a estar bien así, mi lado maternal no podía soportar el hecho de dejarlo afuera con esta lluvia. Tampoco quería que entrara de esa manera a la casa de Harry, ya que seguramente iba a dejar un desastre.

Harry pareció leer mis pensamientos, debido a que apenas abrió la puerta, se agachó y tomó a Piper en brazos sin ningún esfuerzo, dejándome completamente descolocada.

—¿Qué estás haciendo? —inquirí sorprendida mientras nos sacábamos los zapatos y entrábamos a la casa.

—Darle de su propia medicina —me guiñó un ojo al mismo tiempo que caminábamos hacia el baño del primer piso.

Una vez adentro, Harry dejó a Piper en la bañera y yo cerré la puerta, mirando la divertida escena que estaban presenciando mis ojos. Piper odiaba bañarse, y Harry trataba de batallar con él para que se quedara tranquilo mientras encendía la llave y esperaba a que el agua temperara.

Me acerqué y me arrodillé a su lado para ayudarlo, él sosteniéndolo fuertemente de su collar mientras que yo pasaba la ducha por su pelaje e iba quitando todo rastro de suciedad de éste y de sus patas. Piper hizo un rápido movimiento, empujando la ducha con su cabeza y disparando el agua hacia Harry en una fracción de segundo, empapando todo su rostro.

Ahogué un grito al ver a Harry no reaccionar y quedarse con los ojos empuñados y una mueca en su rostro al mismo tiempo que las gotas de agua se deslizaban por su cara y sus rizos, y de inmediato comencé a reírme ante la mala suerte que tenía.

—¿Tu encuentras esto divertido, eh? —habló y pude notar una cierta amenaza en su tono de voz, alertándome.

—Ni se te oc... —no se me dio la oportunidad de terminar lo que estaba diciendo cuando su mano tomó mi muñeca con fuerza y apuntó la corriente de agua hacia mi cara, haciendo que soltara un chillido de sorpresa mientras sentía cómo el agua me empapaba hasta el cuello.

Sincerely, yours » h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora