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La tranquila velada de Nochebuena dónde un muy amado anciano reparte regalos o bueno esa es la ilusión que tienen los menores sobre los regalos que les son entregados.
La pequeña rubia esperaba la llegada de aquel anciano, escondida detrás de un sillón de la gran casa, esperaba silenciosa a qué el amante de las galletas cayera en su trampa y poder tomarle una foto, ya disfrutaba siendo la primera persona en fotografíar a Santa Claus.
— Tengo que hacer esto — El moreno discutía con la femenina, quién le entregaba la bolsa de los regalos.
— Tu quisiste Leona, hasta le quitaste el traje a Floyd para TU entregarle los regalos a los niños
— Esa anguila los asustaría — Gruño al recordar cómo asustó a los niños de aquél orfanato.
— Leona, ya es media noche, dejá los regalos y ya vayamos a dormir — El castaño abrió la puerta dándole avisó a los otros dos que ya era hora, en realidad todo fue idea de Ruggie pero no esperaba que el león se uniera a su idea.
El moreno salió con el pesado costal rojizo llenó de regalos, todos los presentes miraban con asombro y ternura cómo el león se encargaba de entregar los regalos.
Llegando al árbol de esa enorme sala comenzó a sacar los regalos colocándolos en los zapatos de sus respectivos dueños, este año los menores tuvieron muchos más regalos gracias a una "anónima" donación por parte de la sábana de Afterglow.
Al terminar de colocar los regalos miraba triunfante como ya había terminado su labor, aún no comprendía porque debía estar vestido como Santa si ningún niño iba a verlo. Un 'click' sonó detrás de él asustandolo un poco, se dió la vuelta molestó, están dispuesto a regalar a cualquier mocoso que no se haya ido a dormir, pero su molestia se esfumó al ver a una tierna rubia con la camara entre sus manos.
— ¿Tu eres Santa? — Tembló un poco por el frío piso que tocaba sus descalzos pies- ¿Porqué no eres viejo y blanco?
— Eso es ser racista niña
— ¡Lo siento! Perdón, no era mi intención ofenderte pero es diferente a cómo te pintan
— Es porqué soy el nuevo Santa — El moreno tomó la cámara de la rubia borrando la foto que le tomó — Santa tampoco es inmortal, Jessica
— ¿Cómo sabes mi nombre? — Miró sorprendida al moreno, el contrarió le dió una cálida sonrisa entregándole un su cámara.
— Soy Santa — Le sacó la lengua sacándole una pequeña sonrisa — Ahora me voy, recuerda no contarle a nadie que me viste ¿Okey?
— ¡Si! ¿Pero no te vas a comer mis galletas? — Señalo las vegetarianas galletas que hizo anteriormente — Imaginaba que te gustarían — Su tono de voz bajó causándole una crisis al moreno, no estaba dispuesto a comer aquellas galletas pero esa rubia tenía algo.
— Esta bien, las comeré
Así terminó comiendo las galletas juntó a la rubia, pobre al siguiente día no dejo de vomitar pero valió la pena por esa tienes sonrisa de la menor.
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