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"¿Drogarme?, ¡No, nunca!"
Un tabú en la sociedad, si llegas a consumir algún tipo de droga, por única vez, te tachan de drogadicto que nunca podrá mejorar en su vida. Eso es algo erróneo, las drogas, si son peligrosas y adictivas, no sé niega, pero experimentar nunca ha sido malo. ¿O sí?.
Diferentes formas; sabores, opciones y métodos de consumó. El mundo de las drogas es tan extenso, que el chocolate que consumes, es considerado una droga.
¿Drogarte con chocolate? Loco.
—¿Drogas? —bajo la bandeja que sostenía en alguna mesa cercana, para observar a su apreciado gemelo.
—¡Si!, Camaroncito me dio a probar algunas gomitas mágicas~ —alegre mostró una bolsa de rosado color, que escondía en su espalda con poca cautela, cómo la chica le había pedido—. Una sola, tiene el mismo efecto que la picadura de un erizó de mar —sonrió aún más al recordar cómo ese erizó lo hizo alucinar durante horas.
—Floyd, es muy arriesgado —tomo la bolsa rosada, para confiscarla de su hermano—. Cualquier sustancia alucinógena, está prohibida.
—Ñe~ Jade, no seas aburrido —reprocho atrapando el cuello de su hermano con su brazo izquierdo. Frotaba su mejilla con la del contrario, intentando convencer de está manera al contrario—. Una vez~
—No lo sé, Floyd. Azul nos puede necesitar, y estar en ese estado, no le seremos de ayuda.
—¡Pero si Azul ya aceptó probarlas con nosotros!
—No jodas...
[...]
Tres jóvenes, encerrados en la oficina del líder de dormitorio, desde hace más de tres horas. Algunos de los estudiantes comenzaban a preocuparse por sus compañeros, podrían haber tenido un accidente y ahora están desmayados en el suelo inconscientes.
Un buen momento para llamar a los profesores.
Tirados en el suelo inconvenientes... Bueno, no está tan alejado a la realidad.
—Jajaja, mira Jade, el dinero baila —señalo sonriente unos billetes qué se encontraban encima de su escritorio, bailando pole dance con la pluma de Azul—. Mira cómo se mueven.
—Eh~ Yo me muevo mejor —hablo molestó, ingiriendo otra de las gomitas mágicas—. Observen lo que aprendí de camaroncito. ¡Jade!, ¡Pon la música! —el nombrado obedeció, tocando la pecera cómo si fuera una bocina.
En la cabeza de los chicos, en la pecera comenzó a sonar la popular canción de Doja Cat 'Woman'. Los peces dentro de la pecera de cristal, comenzaban a brillar de diferentes colores simulando una discoteca dentro de aquella habitación.
Floyd se subió a la mesa de cristal, bailando al ritmo de la música con sexys movimientos, Azul y Jade observaban divertidos al contrario, tomando los billetes bailarines para que le hagan compañía al más alto.
Ahí estaba Floyd, bailando con otros quince billetes, dándole un gran show a los contratos que fumaban observando con detallé todo.
—¡Mueve más ese trasero, chico!—grito uno de los contratos, que se encontraba detrás del muchacho bailarín.
—Como ordené, señor contrató —sonrió complaciente, acatando la orden del pedazo dorado de papel.
Cómo si de un sueño fuera, todo a su alrededor tuvo un giró de trescientos sesenta grados. Ahora, en vez de que Floyd le bailará a unos contratos fumadores, ahora todos bailaban en un antro con el DJ más famoso del momento, él DJ Toca duro, porque sus rolas tocan duró.
Jade era la atención en toda la pista de baile, esos pasos tan delicados, pero divertidos le daban un toqué especial.
Gomita, tras gomita ingerían los chicos... Que bueno que la femenina sólo les entregó ocho gomitas.
Los tres jóvenes bailaban absorbidos en su propio mundo, los sillones les hacían compañía y los peces nadaban encima de ellos.
Al otro lado de la puerta, estaba la chica explicando el porque los chicos no salían desde hace horas, un problema más a la lista, por culpa de Floyd.
