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El dormitorio de Savanaclaw, se cree que solo los carnívoros son los que lo habitan, pero de igual manera existen herbívoros dentro de esos montones de bestias come carne.
Un venado obsesionado con su líder se encontraba celoso por la relación de el y esa hiena, no por el puesto de vice líder, era mas bien por la cercanía que el deseaba tener con el.
—Esa hiena —apretó con fuerza la pared observando a dos entretenidos chicos—. Si tan solo no hubiera aparecido, yo estaría ahí —mordió con fuerza un pañuelo sin dejar de ver a los chicos. Su ira aumentaba cada vez mas que escuchaba esa risa de la hiena.
—Ron, deja de morder mi pañuelo —aparto el pedazo de tela de la boca del venado. Un resignado suspiro salió de sus labios al sentir todo su pañuelo húmedo—. Si sigues así, te saldrán canas.
—Es que no puedo, yo debería ser el mejor amigo de Leona, no esa sucia hiena. De solo verlos me molesta aun mas.
—No creo que sean mejores amigos, Ron —contesto recordando que la hiena parece mas un empleado domestico que un amigo—. Si tanto deseas estar junto a Leona. ¿Por qué no le hablas?
—¿¡Estas loco!? —tomo de los hombros al menor, moviéndolo de manera brusca de adelante hacia atrás—. No puedo simplemente acercarme así a Leona, debo impresionarlo para que el me pida ser su mejor amigo.
—Eso suena muy fantasioso —y tiene razón.
—Claro que no, por eso llevo meses ideando un plan sin fallas para obtener la atención de Leona y deshacerme de la hiena —sonrió de oreja a oreja imaginando al moreno diciéndole cumplidos y la hiena encerrada en una jaula a su lado—. Y tu me ayudaras.
