𝐼𝑠 𝑡𝒉𝑒 𝑡𝑦𝑝𝑒 𝑜𝑓 | 𝚃𝚠𝚒𝚜𝚝𝚎𝚍 𝚆𝚘𝚗𝚍𝚎𝚛𝚕𝚊𝚗𝚍

𝐹𝑙𝑜𝑦𝑑 𝐿𝑒𝑒𝑐𝒉 2

ᴇs ᴇʟ ᴛɪᴘᴏ ᴅᴇ ᴀᴍɪɢᴏ ϙᴜᴇ́...
ᴄᴀᴍᴀʀᴏɴᴄɪᴛᴏ... ᴍᴇ ᴀʟᴇɢʀᴀ ϙᴜᴇ ᴍᴇ ᴠᴇᴀs

¿Qué estamos dispuestos a perdonar?

¿Todo se convertirá en un mal sueño?

¿Volverá a la normalidad?

«¿Merezco su perdón?» pensaba el chico caminando en completo silencio por los pasillos, su gemelo y amigo lo observaban de reojo preocupados, había paso casi medio año desde que su amistad se destruyo con aquel chico de diferente mundo.

Absorbido en sus propios pensamientos, ignorando por completo su alrededor, deseando en su interior por lo menos mirar a lo lejos a ese chico que tanto quería. El cumpleaños del chico se acercaba y con ello una pequeña esperanza de recibir su perdón como regalo de cumpleaños. 

—¡Yuu, maldita sea, vamos a llegar tarde! —a lo lejos escucho la voz de aquel chico que siempre rondaba en sus pensamientos. Su apagado corazón se removió al ver que se acercaba a toda velocidad hacia el.

«¿¡Camaroncito me perdono!?, ¿¡Como debería abrazarlo!?, ¡Estoy tan feliz!». A veces nuestra mente nos hace malas pasadas para alivianar aquel agobiante dolor, cosa que normalmente termina aun peor. 

Floyd imaginaba que corría hacia el, sus miradas se habían conectado dando un revuelo en su corazón, la felicidad desbordaba de su rostro al ver cada vez mas cerca al chico. De manera involuntaria estiro sus brazos dispuesto a recibir a ese chico. 

—¡Corre mas rápido! —paso de largo al lado de Floyd, ignorando por completo su existencia como actualmente lo hacia. Aunque algo aquí cambio a todas esas veces—. ¡No pienso tener otro reporte por su culpa! —su acompañante al pasar a un lado del chico estático, le dio una mirada de lastima, toda esta situación tampoco ya no soportaba. 

—Floyd... Vámonos —intento llamar la atención del nombrado, sin éxito. El travieso gemelo estaba ahí, estático observando a la nada, con sus brazos extendidos esperando un abrazo que jamás llegara. 

—Perdí a camaroncito —con una voz quebrada soltó, levanto su vista, observando a su gemelo con sus cristalinos ojos. Ya no le importaba nada—. Jade... Yo lo perdí —y en ese lugar se quebró, llorando en el suelo con todo su ser, aceptando la realidad... El no volverá.

[5 de noviembre]

—¿Qué deseas como regalo de cumpleaños? —pregunto contento, hace mas de un mes que el chico volvió a ser el mismo de antes. Su sonrisa volvió, cosa que lo tranquilizaba... Aunque fuera una falsa.

—Ñe~ Azul no puede conseguir lo que deseo —contesto pasando sus brazos detrás de su cabeza ignorando la mirada del contrario. A su lado, su gemelo reía a lo bajo—. Pregúntale a Jade, me da igual que sea mi regalo. 

—O vamos Floyd~ Tu nunca dejas que decidan por ti —dijo en un dulce tono, su gemelo lo miro molesto por sus palabras.

—¡Me voy!. Ustedes son tan aburridos, ya les di mi respuesta, dejen de hacerme la misma pregunta cada vez... Es desesperante —molesto se alejo de ambos chicos causándole unos resignados suspiros. Estaba cansado, muy cansado en realidad.

Caminaba sin rumbo alguno, su mente estaba en blanco, ya no sabia que pensar, que sentir, que hacer. ¿Perder una amistad es peor que a un amor?, si esto es cierto, toda su vida había sido engañado por los medios de entretenimiento y su madre. 

Sin darse cuenta se encontraba frente a un árbol, ese lugar donde lo vio por primera vez junto a su gemelo, que melancólicos recuerdos. Con una leve sonrisa se sentó en la sombra del árbol recargando su espalda en la corteza del árbol cerrando sus ojos, disfrutando del agradable clima que hacia. 

Su mano se deslizo por su cadera adentrándose a la bolsa de su pantalón, sus dedos tocaron aquel objeto que tanto ansiaba ver. Con delicadeza saco aquel colgante que destruyo su amistad, le costo demasiado tiempo, sudor, sangre y dinero encontrar uno parecido a ese preciado collar. 

Como si de la cosa mas frágil, lo tomaba con ambas manos observando cada detalle con esmero. Ese collar era lo último que le quedaba de el, la única cosa que su gemelo no escondió al no saber de su existencia, aquel ambiente melancólico que se formaba a su alrededor fue destruido por su celular que no dejaba de vibrar, molesto observo quien era el que lo molestaba, pero un número robo toda su atención.

«11:11... Recuerdo que camaroncito me conto que si pido un deseo cuando veo esa hora, se me será concedido», su mirada se alejo de su pantalla para volver a observar el collar, con fuerza cerro sus ojos concentrándose solo en el deseo.  

—Aquí estabas —hablo sorprendiendo a su contrario. Floyd levanto su mirada rápidamente, deseando que no fuera una mas de sus ilusiones—. Para tu tamaño, eres difícil de hallar —sonrió de manera leve mirando fijamente al chico sentado frente a el.

—¿¡No eres una ilusión!? —confundido se levanto rápidamente para tocar el cuerpo contrario asesorándose que no fuera su imaginación. Sus manos lo tocaron sutilmente de las mejillas sintiendo la suave piel del chico una vez mas—. Eres real... ¡Eres real! —abrazo con fuerza el cuerpo contrario, aferrándose a los pocos segundos o minutos que eso le pueda durar—. ¡No sabes cuanto lo siento!, ¡No quería que todo terminara de esta manera!, ¡Hasta conseguí un collar similar!... ¡¡¡CAMARONCITO ME HICISTE TANTA FALTA!!!

Sus lágrimas no tardaron en aparecer mojando el hombro del contrario, un poco de culpa le hizo sentir al mas bajo, pero es humano, puede equivocarse.

—Feliz cumpleaños, Floyd —correspondió el abrazo, uniéndose al llanto del heterocromático. A lo lejos tres chicos y un gato miraban contentos la escena, después de tanto dolor, por fin se dieron la oportunidad de perdonar y seguir. 

Tu deseo de cumpleaños se hizo realidad... Floyd. 

Tenía pensado hacerlo aún más triste, sin reconciliación, pero abogaron por ustedes y terminó en ésto.

Un agridulce final, me gusta, esperó les guste y no sea un asco de segunda parte (normalmente me salen horribles segundas partes).
Eso es todo ositos, los quiero mucho no lo olviden.
Atte: g0odb3ar (◍•ᴗ•◍)❤️🐻