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Una refrescante noche, el dúo de una neurona fueron, nuevamente, expulsados de su dormitorio por nuestro rey de corazones.
Ahora mismo de dirigían al dormitorio de los chicos de otro mundo y su gato, sabían perfectamente que la femenina no los dejaría entrar si no llevaban algún refrigerio y una tentadora actividad.
— ¿Maratón de películas de terror? — La femenina se encontraba de brazos cruzados observando al par de chicos con el pesado collarín, detrás suyo de encontraba el pelinegro riendo entre dientes.
— Interesante ¿Verdad? — Ace sonrío nervioso por la molesta mirada de la chica ¿Cómo no estarlo? Eran las dos de la madrugada cuándo fueron expulsados de su dormitorio.
— Sólo porque tengo hambre, aceptó — La femenina se hizo aún lado, dejando pasar al par con todas sus golosinas en brazos.
— ¿Despierto a Grimm? — Yuu preguntó visualizando que las visitas se encontraban un poco lejos de ellos.
— Déjalo dormir, no quiero tratar con su "majestad" mañana — Sin más preámbulos cerró la puerta, será una larga noche para ambos chicos y todo por culpa de un pequeño incidente.
Después de una larga discusión sobre que película poner, ya se encontraban a la mitad de la película elegida a unos cuántos minutos de que el enorme reloj dieran las tres de la madrugada "La hora del diablo"
Ace se encontraba aferrado a la almohada, ahogando en ella los gritos de terror que salía de su cuerpo.
Deuce, por su contrarió, estaba quedándose dormido en el hombro de Yuu quién ni atención le prestaba por realizar algunas tareas atrasadas.
La película seguía con todo normalidad, todo habría salido de maravilla si tan sólo no hubieran prestado atención al grito de afuera.
— ¿E-escucharon es-so? — Ace se encogió en su lugar, buscando refugió en el rincón del sofá.
— Ese gritó sonó muy doloroso — Deuce por el gritó quedó al 100% en sus sentidos.
— Hay que averiguar — La femenina se levantó del suelo, dejando atrás a los tres chicos.
— ¡¿Estás loca?! ¡¿No has aprendido de las películas o qué?! — Cómo si la opinión de Ace no valiera nada, Deuce e Yuu siguieron de cerca a la femenina dejando sólo al chico a oscuras. Su instinto de supervivencia salió a la luz — ¡Espéreme, no pueden dejarme sólo!
Los cuatro jóvenes salieron del dormitorio a dirección a dónde provino aquél gritó, Ace estaba aferrado al brazo de Yuu mirando a su alrededor con pánico y Deuce caminaba tranquilo al lado de la femenina.
Caminando a oscuras con un ambiente frío, algo típico en una película de terror.
A cada pisada un desagradable olor se hacía presenté, cómo algo en estado de descomposición fuera. Faltaron unos cuántos metros para que el olor fuera más fuerte.
— Apesta — Con su mano libre cubrió su rostro intentando que el olor no fuera tan fuerte.
— Así hueles cuándo no te bañas después de tu entrenamiento — Deuce habló molestando a Ace, tal vez habrían comenzado a pelear si no fuera por el cuerpo que piso Yuu.
— Chicos acabó de pisar algo... O más bien, una mano — Todos se quedaron quietos en su lugar, una corriente fluyó por toda su espina dorsal causándole miedo a los que no lo tenían.
— Al parecer ustedes también quieren — Una silueta negra apareció detrás de ADeuce, ambos chicos se quedaron congelados ante la profunda voz — Después de milenios, tengo a un par tan interesante frente a mí — Ambos chicos voltearon atrás con lentitud, el alma se les salió del cuerpo al ver esa espeluznante sombra detrás de ellos.
Una siniestra sonrisa apareció en su rostro haciendo reaccionar a los otros dos quiénes comenzaron a correr por sus vidas, pero el par de una sola neurona seguían inmóviles totalmente pálidos.
— ¡¡¡Corran idiotas!!! — Gritó eufórica, pero ni un pestañear hacían los chicos.
No saben ni en que momento ni con que fuerza, pero ahí estaba la femenina cargando a ambos chicos en sus hombros corriendo cómo alma que lleva el diablo.
La espeluznante sombra los persiguió haciendo una persecución muy tétrica, milagrosamente llegaron al dormitorio encerrandose en la habitación dónde dormían ambos chicos.
— ¿Siguen respirando? — Preguntó preocupada al ver lo pálidos que se encontraban.
— No lo se — Yuu comenzó a revisarlos, inspeccionandose que no hayan muerto, pero sólo fue un gran susto que casi los mata — Siguen respirando
— No volvemos a ver películas de terror
Al final del día, aquél cuerpo tirado era Silver quién quedó inconsciente después de comer a la fuerza la comida de Lilia y la espeluznante sombra era él, listo para darle de probar su especialidad culinaria al par.
Nadie sabrá cómo llegaron a ese lugar, ni por qué tan tarde... Será un misterio
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