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Amor interdimensional, desde el inicio del romance se conoce el trágico final que les aguarda, y aún así, deciden unirse en un tic tac que acabará con su felicidad.
El tiempo, nunca ha tenido compasión con nadie.
Unos segundos; unos minutos, unas horas, algunos días, hasta algunos años. Fracciones de tiempo en dónde sólo el destino, elije cuándo terminará aquella felicidad que inunda ambos corazones enamorados, perdidos en un abismo sin fin.
Eso, lo saben desde el inicio. ¿Por qué aún así, conociendo la destrucción que podrán causarle a su corazón, deciden hacerlo?.
Aquella chica; de otro mundo, otra dimensión, otro estilo de vida, cautivó el corazón de uno de los caballeros del príncipe del reino de las espinas.
Un romance que comenzó con una fuerte amistad, un lazo imposible de romper para aquellas personas que los deseaban separar. Cómo se podría esperar, el amor comenzó a florecer cómo cerezos en aquellas solitarias ramas.
Un noviazgo tan puro; tan armonioso, sin toxicidad, sin mentiras. El romance que todos anhelamos.
Sin embargó, todo lo que inicia siempre tiene un final.
—Asique... ¿Encontró cómo regresarme? —con un hilo de voz preguntó. El hombre mayor frente ella la miraba con tristeza, cómo un padre que debía despedirse de su pequeña.
—Si... —contesto simple. Aquél tono juguetón que poseía se desvaneció, ¿Pero cómo hablaría con ese tono con tal tema? La única chica, a quién trató cómo una hija, se tendrá que ir y eso el no puede impedirlo.
—Ya no deseó irme, ya conseguí muchas cosas. De todas maneras, ya no importa, por favor, déjeme quedarme —sus ojos comenzaron a aguadar, rogándole al más alto poder permanecer en ese mágico mundo en el que llegó.
