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Personas correr de un lado a otro con regalos a medio volver, otras apenas comprándolos y un trío aburridos por la situación observaban todo el caos que se desarrollaba en su dormitorio con la esperanza de que apareciera la fémina con algo entretenido, como siempre hacia ella.
—¡Ah! Que aburrido es todo esto, solo veo a peces correr de un lado a otro con cosas en manos.
—¿Habrá entrado un tiburón? —hablo fastidiado observando todo con indiferencia, aunque tenían más trabajo de la usual y podría conseguir un buen bono de eso. Nada de lo que sus ojos presenciaban lo divertían, ya ver personas caer se hizo tan común ese día que no lo emocionan de nuevo.
—Desde el evento anterior, no volveremos a traer a ningún animal grande con dientes —suspiro cansado acomodando los nuevos contratos que había conseguido hace unos minutos—. Odio estas fechas, aunque el trabajo es mejor, me estresan ver a todos tan... Hipócritas.
—¡Chicos! ¿Cómo han estado? —pregunto sonriente acercándose al trío sentado, ante su presencia el malhumorado ambiente se convirtió en uno tan amigable que daba diabetes—. Deben de estar muy ocupados en estas fechas.
—Camaroncito~ Te vez tan apetecible, como siempre —expresó contento atrapando el cuerpo femenino en sus brazos para darle su típico abrazo rompe huesos, aunque no le romperá ningún hueso a la fémina.
—Si, hemos estado muy ocupados estos últimos días ¿Y como te la has pasado tu?
—Ya sabes, he estado ocupada con los regalos de navidad —musito con dificultad liberándose del agarre de Floyd—. Es un fastidio estar buscando lo que ellos quieren y mi billetera está más vacía que el círculo social de Idia —comentó sentándose en medio de ellos, su cuerpo se dejó caer en el sillón alzando un poco a sus acompañantes, pero solo por microsegundos.
