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Dos jóvenes, una sola dona, dos estómagos hambrientos y un aburrido león... Esto acabará muy mal.
— ¡Rindeté esa dona la vi primero! — La femenina gruñía, si tan sólo Leona no la hubiera mandado a traerle algo de comer, esa dona estaría en sus manos.
— ¡La dejaste sóla, perdiste el derecho de comerla! — Molestó jaló el plató más a su cuerpo llevándose consigo un poco a la femenina, el sabía perfectamente que esa dona le pertenecía a la chica, pero, él nunca pierde ante ella... O bueno, está vez no lo hará.
— Dejen de discutir cómo dos cachorros, Cheka se comporta mejor que ustedes dos — Leona quién se mantenía indiferente ante la situación, se le ocurrió una gran idea para divertirse y arreglar el problema de las dos hienas ¡Mata dos pájaros de una pedrada! — ¿Por qué no compiten por ella? Así se dejan de estúpidas discusiones
— Me agrada la idea ¿De que tratará el concurso? — La femenina jaló el plató hacía ella, haciendo la misma posición que antes sólo que inversa.
— El primero que sea derribado pierde — Una triunfante sonrisa apareció en el rostro de la chica mientras el contrarió bajaba sus orejas decepcionado, no es que digamos que puede ganarle a una hembra en fuerza física, biológicamente las hembras son más fuertes.
— ¡Ésto es injusto! — Y salió el lado sumiso de Ruggie ante la femenina... Hienas~.
Ahí estaban, ambas hienas con su uniforme deportivo esperando la señal del león para su competencia. Ruggie sabía perfectamente que no podía ganarle a la femenina, y la magia estaba prohibida, pero tenía un as bajo la manga.
La señal fué dada por Leona, la femenina no perdió tiempo y se fué contra Ruggie, tenía poco tiempo para lograr su cometido o si no... Adiós dona~.
Antes que la chica logrará derribarlo, una mirada coqueta más aquél arregló de cabello hacía atrás, logró que alguna pizca de fuerza se fuera de su cuerpo.
Ahora Ruggie se iba victorioso con su dona en mano, burlándose de la femenina quién aún seguía en el suelo molesta.
