𝐷𝑖𝑣𝑢𝑠 𝐶𝑟𝑒𝑤𝑒𝑙

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ᴇs ᴇʟ ᴛɪᴘᴏ ᴅᴇ ᴀᴍᴀɴᴛᴇ ᴅᴇ ᴅᴀ́ʟᴍᴀᴛᴀs ϙᴜᴇ́

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ᴇs ᴇʟ ᴛɪᴘᴏ ᴅᴇ ᴀᴍᴀɴᴛᴇ ᴅᴇ ᴅᴀ́ʟᴍᴀᴛᴀs ϙᴜᴇ́...
ᴅᴏ́ɴᴅᴇ ᴠᴇᴀ ᴜɴᴏ, ᴄᴏʀʀᴇ ᴀ sᴜ ᴅɪʀᴇᴄᴄɪᴏ́ɴ

Si amas a los animales, normalmente tu trabajo ideal sería ser veterinario, pero a este flojo chico en estudios dejó ése "trabajo ideal" a un lado

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Si amas a los animales, normalmente tu trabajo ideal sería ser veterinario, pero a este flojo chico en estudios dejó ése "trabajo ideal" a un lado.

Sin embargó ¡Estamos en un mundo llenó de posibilidades! Por lo qué ser paseador de perros era uno de los mejores trabajos.

¡Ay, hijo! Que bueno que llegaste más temprano —comentó sonriente la señora en el marcó de la puerta. El contrario sonreía amable observando con ternura a la mujer mayor —. Hoy saldré a cenar coni marido y vamos a pasar toda la noche juntos —dijo juguetona dándole leves codazos al menor guiñándole un ojo. El chico se sonrojó ante las palabras sin pudor de la mujer mayor, pero, quién era el para juzgar.

—No sé preocupe, ya sabe que me encanta cuidar a los diablillos —contestó tomando las correas de los cuatro canes —. Los traigo mañana antes de que canten los gallos

—Gracias, hijo —besó la mejilla del menor antes de que se alejará de su posada.

El chico sonriente siguió con su caminó al parque más cercano, los cuatro canes no dejaban de brincar de la emoción logrando que algunas veces su equilibrio se viera en aprietos.

No tardó mucho en llegar a ese parque preferido de los canes. Dónde vieras estaba cubierto de árboles de diferentes tamaños, formas y colores, pero no olvidemos las personas de ahí, parecía una película de romance o una serie donde las únicas personas que aparecen son hermosas y ricas.

Las perros fueron liberados de sus correas dándoles toda la libertad de correr por todo el parque, el chico caminaba tranquilo esperando por azares del destino que el amor de su vida chocará con él, típico cliché.

No pasó mucho tiempo cuando los ladridos de los canes dejaron de escucharse preocupando al despistado chico. Correr no era uno de sus pasatiempos favoritos, pero imaginar el triste rostro de la mujer lograba que su velocidad aumentará cómo sus gritos.

—¡Diablillos, regresen! —gritaba con fuerza. Su correr no paró hasta que visualizo una jauría de dálmatas encima de un hombre y entre esos canes se encontraban los suyos —. ¡Oh diablos!  —ayudaba al desconocido a quitarle a todos esos perros de encima. Preocupado se encontraba de que lo hayan mordido en algún lugar —. ¡¿Se encuentra bien?! —preguntó acercándose al cuerpo del hombre. Una gran sorpresa de llevó al encontrar a un atractivo hombre riendo por toda la baba que los animales dejaron en su rostro y pecho.

—¿Esos cuatro, son tus perros? —preguntó aún con una sonrisa. El contrario tenía un salvaje sonrojó ante el imponente y sexy hombre.

— ¿Eh– No? ¡Digo! Sí, si son mis perros —contestó nervioso causándole más risa al mayor.

—Son muy tiernos, los tienes en excelentes condiciones, cachorro —se levantó sacudiendo su trasero. El contrario miraba embobado al hombre mayor o más bien a su pecho que dejaba a la luz —. Esperó verte más seguido —se despidió dejando atrás al chico con sus cuatro perros.

—Diablillos... ¡Ustedes son mi hada madrina! —gritó eufórico abrazando a los cuatro canes —. ¡Me consiguieron a un sexy principe! Estoy listo cupido, lanzamé tu flecha 

Diría que esté chico enloqueció, pero ese hombre... Si que vuelves locos a todos.

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𝐼𝑠 𝑡𝒉𝑒 𝑡𝑦𝑝𝑒 𝑜𝑓 | 𝚃𝚠𝚒𝚜𝚝𝚎𝚍 𝚆𝚘𝚗𝚍𝚎𝚛𝚕𝚊𝚗𝚍Where stories live. Discover now